Organizaciones civiles, colectivos y personas defensoras de derechos humanos expresaron su respaldo a la familia Martínez Bustos, quien presentó una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de Coahuila por una posible negligencia médica en la atención de Blanca Isabel Martínez Bustos. La defensora falleció el pasado 10 de noviembre en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Saltillo.
A través de un comunicado, el Centro de Derechos Humanos "Fray Juan de Larios" y otras organizaciones señalaron que Blanca ingresó caminando al hospital para someterse a una cirugía programada, con la expectativa de retomar sus actividades en unos días. Sin embargo, acusaron que una "pésima atención" derivó en complicaciones que terminaron en su muerte.
Las organizaciones denunciaron que el Sistema de Salud Pública "se ha convertido en una condena de muerte" debido a omisiones y negligencias médicas. Alertaron que el caso de Blanca refleja fallas sistemáticas en el IMSS: desde procedimientos sin una adecuada valoración preoperatoria hasta la falta de personal especializado durante fines de semana y la insuficiencia de áreas de terapia intensiva.
Aseguraron que Blanca fue tratada "sin el más mínimo respeto" y que su caso refleja la realidad de muchas personas atendidas en estas instituciones. Ante ello, exigieron una investigación inmediata y profunda para esclarecer lo ocurrido; la realización de la necropsia con peritos independientes en conjunto con la Fiscalía; el esclarecimiento total de los hechos y justicia para Blanca Isabel y una revisión exhaustiva del funcionamiento de los hospitales del IMSS en Saltillo.
Respuesta del IMSS
Ante los señalamientos, la representación del IMSS en Coahuila emitió un comunicado en el que lamentó el fallecimiento de la paciente y expresó solidaridad a la familia. El Instituto indicó que Blanca había sido atendida desde el año pasado por padecimientos gastroesofágicos, y que tras los estudios pertinentes se determinó la necesidad de una intervención quirúrgica.
De acuerdo con la institución, el protocolo preoperatorio se completó en octubre y la cirugía fue programada para el 5 de noviembre. Aunque inicialmente se planeó realizarla por vía laparoscópica, el equipo médico optó por una cirugía abierta, decisión que, afirmaron, está contemplada dentro de las prácticas normadas cuando existen factores que impiden continuar el procedimiento original.
El IMSS señaló que, tras la cirugía, la paciente presentó un deterioro progresivo en su estado de salud que culminó en un paro cardiorrespiratorio irreversible durante la madrugada del 10 de noviembre.
El Instituto afirmó haber brindado atención conforme a las Guías de Práctica Clínica y aseguró que mantuvo comunicación constante con los familiares. También reiteró su disposición para proporcionar información a las autoridades competentes y a la familia de Blanca.