Por su posición estratégica y poder económico, Jalisco se ha convertido en un foco de reclutamiento forzado por parte del crimen organizado. Investigadores advierten que el estado forma un "corredor de desapariciones" que conecta a Guadalajara, la región de los Altos, y la costa de Puerto Vallarta, zonas donde coinciden rutas del narcotráfico y alta actividad económica
De acuerdo con Alejandra Guillén, académica del Iteso, este corredor funciona como un espacio de control territorial del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En zonas como la región Valles, donde fue descubierto el Rancho Izaguirre, se ha documentado el uso de propiedades para adiestrar y reclutar personas con distintos fines: vigilancia, traslado de droga o incluso combate armado.
"Este grupo necesita gente para cuidar cada esquina, cada carretera, cada pueblo. Reclutan y desechan constantemente a quienes usan en su expansión", explicó Guillén.
La especialista sostiene que el fenómeno está ligado no solo al poder del cártel, sino también a la corrupción institucional y al control del puerto de Manzanillo, por donde entra gran parte de los precursores químicos provenientes de Asia para elaborar drogas sintéticas
Jóvenes, el blanco principal
Uno de los casos más recientes que expuso la magnitud del problema fue el de un estudiante de 15 años, desaparecido en marzo y hallado este mes en Jalisco.
Según la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas, su caso estaría relacionado con reclutamiento forzado, tras declarar un chofer que lo había llevado hacia Zacatecas por órdenes de un grupo criminal.
La central de autobuses de Guadalajara se ha convertido en un punto clave para estas desapariciones. De acuerdo con Carmen Chinas, del Comité Universitario de Análisis sobre Desaparición de Personas de la Universidad de Guadalajara, los colectivos de búsqueda han identificado más de 80 casos que iniciaron allí.
"Los jóvenes llegaban desde otros estados atraídos por falsas ofertas de trabajo publicadas en redes sociales. Los citaban en la terminal y después desaparecían", explicó
Operativos insuficientes y cifras alarmantes
Aunque el Gobierno de Jalisco ha reconocido el problema y realizado operativos en terminales y carreteras, las desapariciones con este patrón siguen ocurriendo. Los casos provienen no solo de Jalisco, sino también de Nayarit, Querétaro, Nuevo León, Veracruz y la Ciudad de México.
La situación se volvió más evidente tras el hallazgo del predio Izaguirre, donde las autoridades exhibieron prendas y objetos personales que fueron reconocidos por familias de desaparecidos.
Actualmente, Jalisco acumula más de 14,700 personas desaparecidas, y solo en los últimos meses de 2025 se ha reportado un aumento en adolescentes de 15 a 19 años, particularmente con señales de reclutamiento forzado