Yamil se dedica al área de impuestos en una financiera. Tiene 33 años y pertenece a la comunidad LGBT como hombre transexual. Hace un año comenzó su transición de mujer a hombre en la ciudad de Torreón. Desde este cambio, su vida dio un giro de 360 grados, en donde tiene que seguir lidiando con la discriminación.
"A partir de que tomé la decisión de hormonarme, mi seguridad, la manera en la que yo me desenvuelvo, el círculo en el que yo me desenvuelvo ha mejorado muchísimo. Es muy diferente lo que vive un hombre trans a lo que vive una mujer trans", declaró.
El proceso de transición de Yamil consistió en la extracción de las glándulas mamarias, así como dosis de testosterona. Entre los cuidados de salud, hizo hincapié en que es muy importante realizar todo este procedimiento acompañado de atención psicológica.
"Hay mucha gente allá afuera que les va a decir que esto no está bien y que esto va en contra de los principios y la educación que nos han dado porque a mí me lo llegaron a decir. Entonces yo les recomendaría a las personas que están tratando de entenderse por dentro que tomen mucha terapia", añadió.
Pese a que la comunidad trans en La Laguna es pequeña, la realidad es que la ciudad no es un área segura, ya que han sido víctimas de falta de oportunidades de trabajo, burlas y agresiones físicas.
"En ese entonces, yo me consideraba una persona lesbiana y saliendo de un bar LGBT me golpearon con un tubo unas personas por el simple hecho de ser parte de la comunidad. Fuimos al hospital, pero las autoridades nunca llegaron", explicó.
Yamil, así como los miembros de la comunidad LGBT, consideran que aún falta mucho por hacer en materia de derechos humanos para los integrantes de la comunidad. Y la mejor arma ante la discriminación es la información.