En el camellón del bulevar Independencia de Torreón aún permanecen 29 árboles, aunque colectivos y ciudadanos advierten que sus días están contados. Desde temprano, cuadrillas y maquinaria pesada iniciaron el retiro de vegetación para dar paso a la construcción del desnivel vehicular Abastos-Independencia, obra valuada en 365 millones de pesos.
La decisión de las autoridades ha despertado inconformidad entre habitantes que señalan incongruencias en el discurso oficial. Odila Esquivel cuestionó el papel de Marcelo Sánchez, director de Medio Ambiente del municipio: "Un día dice una cosa y al siguiente otra. Torreón necesita una persona con ética para cuidar la ciudad, no a alguien preocupado solo por conservar su puesto".
Durante la jornada, integrantes del colectivo Canto al Agua realizaron una protesta simbólica al nombrar a cada árbol en pie, con el fin de destacar que son seres vivos y no simples obstáculos del desarrollo urbano. "Nombrarlos es recordarle a todos que estaban aquí antes de la obra, que dieron sombra y vida a especies. Cada árbol cuenta", afirmó Natalia Sánchez, miembro del movimiento.
Las críticas se han enfocado también en la falta de planeación ambiental. Las activistas señalaron que no se destinó presupuesto para medidas de mitigación, a pesar de que el monto de la obra supera incluso el gasto anual de la Secretaría de Medio Ambiente estatal. "Es una ciudad pensada para autos, no para las personas", apuntó Natalia.
Además, recordaron que más de 22 mil personas firmaron una petición para frenar la tala, sin que esta fuera atendida. Izchel Caballero, otra de las manifestantes, subrayó: "No podemos confiar en los políticos, tenemos que asumir la responsabilidad de decidir el rumbo de nuestra ciudad".
El próximo 6 de septiembre colectivos y ciudadanos convocaron a un picnic-homenaje en el camellón, en memoria de los árboles talados y en defensa de los que aún permanecen.