El colectivo Madres Poderosas Víctimas Indirectas de Feminicidio de la Laguna hizo un llamado urgente al Gobierno del Estado de Coahuila para revisar y ampliar los apoyos establecidos en el decreto recientemente publicado, que busca atender a niñas, niños y adolescentes de mujeres víctimas de feminicidio.
Según denuncian las integrantes del colectivo, el decreto contempla únicamente dos apoyos económicos: un pago bimestral de $4,000 pesos a través de la Procuraduría de Niños, Niñas y Familia, y una beca escolar de $2,000 pesos trimestrales otorgada por el Instituto Estatal de Becas. También se menciona acceso a servicios de salud estatales y a la tarjeta "Mera Mera".
Sin embargo, las madres consideran que estas medidas son insuficientes para cubrir las necesidades básicas, emocionales y educativas de las y los menores afectados. Argumentan que los apoyos económicos no han sido ajustados conforme a la inflación, y que los servicios de salud mental están saturados o no se adaptan a los horarios escolares.
Además, cuestionan la falta de diálogo en la elaboración del decreto y denuncian la eliminación de medidas implementadas por administraciones anteriores, como el pago directo de colegiaturas en instituciones particulares, lo que consideran esencial para garantizar la seguridad de las y los menores.
"El monto anual de $32,000 pesos representa apenas $2,666.66 al mes o $88.88 diarios. Es una cifra que no cubre las necesidades mínimas de nuestras niñas, niños y adolescentes que, además del duelo, enfrentan altos niveles de vulnerabilidad", señalaron en un comunicado.
Entre las demandas del colectivo se encuentran:
- Una reunión directa con el gobernador Manolo Jiménez Salinas.
- La designación de una persona funcionaria pública como enlace con el colectivo.
- La revisión del decreto y creación de políticas públicas integrales para víctimas indirectas de feminicidio.
- Acceso a programas de vivienda digna, salud mental gratuita y seguridad escolar.
- Personal especializado en reparación del daño dentro de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado (CEAV).
"El feminicidio no sólo arrebata una vida, deja a una familia rota. Nuestros nietos y nietas necesitan justicia, protección y un proyecto de vida digno. No pedimos, exigimos que se nos escuche y se nos respete", concluyeron.
Y es que las hijas e hijos de víctimas de feminicidio pierden a su madre y a su padre, pues generalmente es éste último quien asesina y son encarcelados, por lo que las abuelas, mamás de las víctimas, tienen que asumir educación y crianza de sus nietas y nietos.