Muere Blanca Martínez, directora del Fray Juan de Larios

El Centro de Derechos Humanos, "Fray Juan de Larios" informó el fallecimiento de su directora, Blanca Isabel Martínez. El portal Heridas Abiertas,  realizó una semblanza de su historia, en el marco del reconocimiento que recibió por parte del Premio Nacional de Derechos Humanos, "Don Sergio Méndez Arceo" 2024, donde comparttió parte de su historia.

Según el portal, Blanca Isabel Martínez, nació en la ciudad de Torreón, pero a los cinco años se fue a radicar a Guanajuato. Fue en ese estado donde comenzó a involucrarse en distintas causas sociales. Más tarde vivió en la Ciudad de México y en Chiapas, donde conoció de cerca a dos figuras fundamentales del trabajo pastoral y de derechos humanos: Samuel Ruiz y Raúl Vera López.

Su actividad como defensora inició en el Frente Auténtico del Trabajo en Guanajuato, desde donde impulsó el Centro Popular de Capacitación Técnica. En ese espacio no solo se impartían cursos de herrería y elaboración de calzado; también se fomentaba la formación política de jóvenes obreras y obreros.

Blanca participó en comunidades eclesiales de base en el contexto del surgimiento de la Teología de la Liberación y los movimientos revolucionarios en América Latina.

Tras la suspensión de las labores de la Comisión Nacional de Intermediación (CONAI), por la falta de condiciones para el diálogo entre el Gobierno Federal y el EZLN, fue invitada a permanecer en Chiapas y trabajar en el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, en San Cristóbal.

En 2009 llegó al norte del país. A su incorporación al Centro de Derechos Humanos "Fray Juan de Larios", entonces parte de la diócesis de Saltillo y fundado por el obispo Raúl Vera López, comenzaron a documentarse los primeros casos de desaparición y ejecuciones extrajudiciales en Coahuila. Desde esa trinchera, Blanca construyó un trabajo sólido, cercano y comprometido con las familias que buscan a sus seres queridos.

Hoy su partida deja un vacío en la defensa de los derechos humanos, pero también un legado profundo en las luchas que acompañó y en las comunidades con las que caminó durante décadas.