Olimpia Coral alerta sobre mercados de explotación sexual digital en Coahuila

La activista Olimpia Coral Melo Cruz, promotora nacional e internacional de la Ley Olimpia, advirtió durante su conferencia en Torreón sobre la existencia de 130 mercados de explotación sexual digital en Coahuila, donde se comparten y distribuyen imágenes íntimas de mujeres sin su consentimiento. En su mensaje, subrayó la urgencia de reforzar las medidas contra la violencia digital, actualizar las leyes actuales y asegurar que las autoridades apliquen correctamente las sanciones por violación a la intimidad sexual.

Durante la conferencia Estrategias para Prevenir Violencia Digital, Olimpia recordó el caso reciente de un joven que fue detenido por utilizar inteligencia artificial para manipular las imágenes de compañeras de escuela. Aunque las víctimas presentaron más de 300 mil imágenes alteradas, enfrentaron revictimización debido a que el juez solicitó un peritaje específico para comprobar la autoría del responsable. Este ejemplo, dijo, evidencia las deficiencias legales que aún persisten y la necesidad de actualizar el artículo 199 octies del Código Penal Federal, que sanciona la divulgación de contenido íntimo sin consentimiento.

A 13 años de la agresión que dio origen a su lucha y a cuatro años de que la Ley Olimpia se aprobara a nivel nacional, la activista dedicó su ponencia a Julissa Jaqueline, joven de Monclova que se quitó la vida a los 19 años tras ser víctima de violencia digital. Olimpia destacó que, aunque Coahuila fue uno de los primeros estados en aprobar la ley, aún prevalecen retos importantes, entre ellos la responsabilidad de las plataformas digitales en la rápida difusión del material íntimo.

Antes de iniciar su conferencia, reveló que los mercados de explotación sexual digital operan principalmente en mensajerías instantáneas como Telegram y en espacios públicos comúnmente llamados páginas porno. Explicó que estos grupos almacenan y distribuyen fotografías y videos de mujeres que no conocen, construyendo verdaderas redes de violencia. Lamentó que muchas víctimas no denuncian por miedo al juicio social y por el machismo arraigado en el norte del país.

El caso de Julissa, señaló, sigue siendo uno de los más emblemáticos y dolorosos de Coahuila, y un recordatorio de que la lucha contra la violencia digital requiere prevención, legislación efectiva y un cambio cultural profundo.