Por: Andrés Solis (@aasolisa)
Víctor Rodríguez Padilla, director general de Petróleos Mexicanos, se comprometió a "una función de seguridad energética, consistente en garantizar el suministro de gasolina y otros combustibles al precio más bajo posible".
Esto fue parte de la presentación del plan de trabajo para el sector hidrocarburos 2025-2030, presentado por Víctor Rodríguez Padilla, director general de Petróleos Mexicanos, una estrategia que busca garantizar la soberanía energética.
Los compromisos son: incrementar la producción de gasolina, diésel y turbosina, que no habrá más gasolinazos y al menos durante 2025, el precio máximo de la gasolina magna no superará los 24 pesos por litro.
Para ello, será necesario fortalecer las refinerías del país y buscar alternativas innovadoras.
"Un proyecto que nos vamos a invertir 20 mil millones de pesos, vamos a reactivar el complejo de Cangrejera y convertirla ya en lo que sería en el inicio de la refinación del futuro, que son las refinerías petroquímicas", indicó el titular de PEMEX.
Al cierre de 2024, la refinación de crudo aumentó 14.3% respecto a 2023.
Pero en su informe de resultados al primer trimestre de 2025, Petróleos Mexicanos reportó una producción de un millón 15 mil de barriles diarios, que incluyen gasolina, diésel, turbosina y otros hidrocarburos, un 5% menos que lo reportado en el mismo periodo de 2024.
Y aunque aumentó la producción de combustibles, el rango de ganancias fue menor, por la disminución del costo de referencia de los refinados en el mercado internacional, al pasar de 3.85 dólares por barril a 3.12.
Además PEMEX ya no cuenta con recursos suficientes para incrementar la refinación de petróleo crudo para producir más combustibles.
Ramsés Pech, asesor de energía y economía, expone "en el primer trimestre de este año Pemex ya se gastó en su mayoría el dinero que fue asignado en lo que respecta a Pemex Exploración y Producción. Esto quiere indicar que Pemex para el mes de agosto de este año en la parte de exploración y producción, posiblemente paren ciertas actividades en algunos campos.
La propia paraestatal reconoce en sus informes que las plantas que conforman el Sistema Nacional de Refinación operan al 50% de su capacidad, lo que obliga a importar combustibles para completar la demanda interna sobre todo de gasolina y diésel.