San Pedro enfrenta una doble crisis: a la falta de empleos derivada de la sequía y el cierre de la wrangler ahora se suma la del agua. Vecinos, comerciantes y empresarios aseguran que el desabasto se ha agudizado en los últimos meses.
"Ya tenemos tiempo así, que sale un día, dos, a tres no. Pero ya esta vez tiene toda la semana que no sale agua. Entre más, va saliendo menos, y ya hasta que no sale nada", dijo Carolina Soto, habitante de las Margaritas.
"La falta del agua necesaria es histórica, pero este último año se ha vivido más grave. A nosotros como representantes de comercio nos llegan muchas quejas de los amigos comerciantes, tanto del centro como también de sus viviendas", comentó Óscar Babún, presidente de la Cámara de Comercio de San Pedro.
Según la alcaldesa Brenda Guereca, el desabasto grave de agua potable se concentra en diez ejidos de la parte baja y en al menos siete colonias. Sin embargo, la Cámara de Comercio y regidores denuncian que no han recibido información clara por parte del SIMAS por lo que demanda acciones contundentes como la salida de la gerencia del Simas de Fernando Jiménez Garza.
"La carestía de agua potable en todo el municipio hoy es una situación tan grave que me atrevo a pedirle al pleno la destitución del gerente de SIMAS", dijo en el pleno del cabildo la regidora Patricia Grado.
"Pero sí hacer algo y evaluar la capacidad de la gente que está a cargo del SIMAS y si no, tomar unas buenas cartas en el asunto", comentó el regidor Luis Carlos Abdala.
El agua que llega a San Pedro viaja más de 30 kilómetros desde Francisco I. Madero, pero en el camino gran parte se pierde por fugas y robo. A esta carestía se suma un adeudo histórico con la CFE y Conagua, lo que deja al municipio atrapado entre la escasez, la deuda y la falta de soluciones inmediatas.