En el sector sur de Torreón, la realidad es desoladora. Los habitantes de la colonia Ampliación Zaragoza Sur viven entre calles que emanan el hedor de las heces fecales y los desechos orgánicos. La falta de servicios públicos dignos ha colocado a la población en un permanente estado de vulnerabilidad.
"Hacen su tiradero en ese terreno que está baldío, no hacen caso, la neta, hay que ser conscientes de que nadie hace el paro", lamenta Eduardo García, uno de los vecinos damnificados por esta situación.
Las promesas de las autoridades solo alimentan la desilusión. "No podemos, ni hay presupuesto, todo esto es con recurso municipal, lo estamos priorizando: lo pluvial y el drenaje", declara el alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda. A pesar de las inversiones en otros sectores, la infraestructura de drenaje sigue en condiciones deplorables.
Este año, la inversión de 280 millones de pesos en el Giro Independencia no es suficiente para abordar la crisis del drenaje que afecta a la ciudad. A pesar de los esfuerzos del alcalde, la situación persiste. "Todo el proyecto evitará daños a más de 90 mil viviendas y a más de 120 industrias que albergan a miles de trabajadores. Elevará las condiciones para seguir atrayendo la inversión, detonar empleos y disminuir la pobreza", afirma Cepeda.
Sin embargo, la realidad en las calles cuenta una historia diferente. "Para el drenaje sí tenemos problemas", admite Roberto López Martínez, otro vecino afectado. "En tiempo de calor ya tengo aproximadamente como unos dos años. Te estoy hablando que entra tiempo de calor y se vienen los olores muy fuertes".
El desafío de renovar el sistema de drenaje sanitario parece estar fuera de los planes de la administración municipal. Mientras tanto, los residentes de Torreón continúan padeciendo el olor nauseabundo de los drenajes colapsados, atrapados entre la realidad insalubre y las promesas vacías de las autoridades.