La zona norte de Veracruz enfrenta nuevamente una emergencia ambiental por un derrame de hidrocarburo que expone la fragilidad de la infraestructura petrolera y la falta de respuesta oportuna de las autoridades.
Actualmente, Tuxpan y Álamo se encuentran bajo el estatus de municipios prioritarios de atención dentro del Plan Marina, tras el derrame de más de 30 mil barriles de crudo ocurrido el pasado jueves 16 de octubre en la localidad de Citlaltépetl, municipio de Álamo Temapache.
Para dimensionarlo, son casi dos albercas olímpicas llenas de crudo o 95 albercas residenciales o también, el contenido de unos 158 autotanques, material que en los últimos días ha cruzado comunidades alamenses llegando hasta el municipio de Tuxpan.
De acuerdo con PEMEX, el ducto colapsó a causa de un deslizamiento de tierra provocado por las lluvias extraordinarias registradas en la región. Sin embargo, la atención tardía y la falta de control inicial provocaron que la paraestatal fuera rebasada por la situación, derivando en la activación del Plan Marina y de un Sistema de Comando de Incidentes con base en Tuxpan.
Pero este nuevo desastre no es un hecho aislado. En la región norte del estado, derrames y fugas de hidrocarburo se repiten año con año, especialmente en municipios como Tihuatlán, Poza Rica y Papantla, donde las comunidades viven entre olores penetrantes, suelos contaminados y aguas inservibles sin que existan sanciones o planes de reparación efectivos.
En Ojital Viejo, Papantla, se cumplió ya un año del derrame que prometía atención y limpieza. Hoy, los habitantes aseguran que nada ha cambiado "Ahorita no nos sirve para nada, está todo contaminado, y aparte el olor de hidrocarburos? dolor de cabeza, ardor de ojos, mareo", relató Felipe Santos Villanueva, vecino afectado.
"Muy grande fue esta afectación de hidrocarburo de PEMEX que nos vino a contaminar toda el agua. Si PEMEX hubiera hecho su trabajo como debe ser, no hubiera pasado esto. Es una negligencia" denunció Fabiola Cabrera, habitante del mismo lugar.
"PEMEX no está agilizando los trabajos de emergencia según sus protocolos; solo tiene una cuadrilla de ocho personas, y eso no es suficiente" agregó Romualdo García de Luna, también de Ojital Viejo.
Estas voces reflejan una realidad que se repite en silencio en decenas de comunidades del Totonacapan: infraestructura petrolera envejecida, omisiones constantes y daños ambientales permanentes que siguen sin justicia ni reparación.
Hoy, con Tuxpan y Álamo en emergencia, la historia se repite. Lo ocurrido debería ser un llamado urgente para que las autoridades reconozcan la dimensión del daño ambiental acumulado en la región norte de Veracruz y asuman la responsabilidad que durante años han evadido.