Al cierre de octubre de 2025, México registró 22.6 millones de empleos formales, la segunda cifra más alta desde que se tiene registro, informó este lunes Zoé Robledo, director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En lo que va del año, se han creado más de 400 mil puestos de trabajo, lo que refleja un crecimiento sostenido en el empleo formal.
Solo en octubre se generaron 198 mil 454 empleos, lo que representa un aumento interanual del 1.8% en los primeros diez meses del año. Para entenderlo de manera sencilla, esto equivale a que cada día de octubre se crearon aproximadamente 6 mil 400 empleos, lo suficiente para llenar un estadio pequeño cada mes.
El director del IMSS destacó la participación femenina: hay más de 9.1 millones de mujeres registradas con empleo formal. Esto significa que casi la mitad de los trabajadores formales son mujeres, lo que representa avances importantes en inclusión laboral. Por ejemplo, ahora una mujer que trabaja en una empresa registrada puede acceder a seguro de salud y cotización para su retiro.
En cuanto a salarios, el promedio de cotización aumentó 7.4%, alcanzando los 623.5 pesos diarios. Esto representa un incremento de 43 pesos diarios sobre el salario base. Por ejemplo, un trabajador que antes ganaba 580 pesos diarios ahora tiene cerca de 623 pesos, suficiente para cubrir transporte, comida y otros gastos básicos con un poco más de margen.

Otro dato importante es que el 87.4% de los empleos formales son permanentes, mientras que el resto son eventuales. Esto significa que, de los 22.6 millones de trabajadores, 19 millones tienen empleo estable con acceso a prestaciones como vacaciones, aguinaldo y seguro médico, algo que antes no ocurría en la misma proporción.
A pesar de este crecimiento en el empleo formal, la informalidad sigue siendo un reto. Según el Inegi, en octubre de 2025 33.1 millones de personas trabajaban en la informalidad, lo que representa una tasa de informalidad del 54.9%. Esto quiere decir que más de la mitad de quienes trabajan no tienen acceso a prestaciones sociales ni estabilidad económica.
Para que se entienda mejor, un ejemplo cotidiano: un trabajador formal afiliado al IMSS puede atenderse en hospitales, recibir seguro de desempleo y cotizar para su retiro. En cambio, un vendedor ambulante que trabaja sin contrato no tiene estos beneficios y debe afrontar cualquier accidente o enfermedad con sus propios recursos.
En resumen, México muestra un crecimiento sólido en el empleo formal, con mejores salarios y oportunidades para mujeres, pero la alta informalidad sigue siendo un desafío que requiere políticas públicas que fortalezcan la estabilidad laboral y reduzcan la brecha entre empleos formales e informales.