Roblox llegó a México como un juego gratuito, accesible desde casi cualquier celular, tableta o consola
Esa puerta aparentemente inocente -donde basta crear una cuenta para entrar a millones de mundos- es lo que ha permitido que la plataforma se convierta en uno de los ecosistemas digitales más influyentes entre niñas y niños mexicanos.
Hoy suma 16.3 millones de usuarios en el país mayores de 16 años, así como cerca de 5 millones de niñas, niños y adolescentes entre 9 y 15 años, de acuerdo con Insight Society, lo que convierte a México en uno de los mercados infantiles más activos del continente.
Pero lo verdaderamente importante sucede después de cruzar la puerta. Roblox no cobra por entrar; cobra por quedarse. Y cobra por querer "ser alguien" dentro del juego.

Su modelo económico está construido sobre microtransacciones: compras pequeñas, rápidas y constantes que, sumadas, representan una fuente gigantesca de ingresos
En México, los precios están adaptados al poder adquisitivo local, lo que ha provocado un aumento del 17% en el gasto en experiencias y objetos dentro de la plataforma. La entrada es gratuita; el resto, casi todo lo que importa, tiene un costo.
Para muchas familias mexicanas, acostumbradas a ver los videojuegos como un gasto único -una consola, un juego, un control- Roblox representa un sistema extraño, difuso, lleno de pequeñas compras que no siempre se perciben como dinero real. Para niñas y niños, en cambio, ese sistema es tan natural como respirar: saben qué se compra, cuánto cuesta y qué se necesita para competir con sus amigos.

Esta nota explora esa economía invisible: cómo funciona el gasto, qué incentiva a comprar y por qué tantos menores terminan gastando sin entender que están usando dinero real
La moneda del mundo virtual: ¿qué son los Robux?
Dentro de Roblox, todo gira alrededor de una moneda llamada Robux: dinero digital que se compra con pesos mexicanos y que permite adquirir prácticamente todo lo que da identidad o ventaja dentro del juego.
Robux sirve para:

En México, su compra se podría calificar como "accesible":
Además, existen tarjetas físicas en supermercados y tiendas de conveniencia, recargas por celular y compras directas desde la app.
La propia cultura mexicana de tarjetas prepago, muy arraigada por años de recargas telefónicas, facilita que Robux circulen como si fueran fichas inofensivas.
Para niñas y niños, estas monedas no "duelen". No se parecen a un billete ni a una tarjeta bancaria; son puntos brillantes, animaciones coloridas, números que suben y bajan.
Esa distancia emocional hace que muchos menores no perciban Robux como dinero real, sino como parte del juego.

Y ahí empieza el problema
Mecánicas de diseño que incentivan el gasto
Roblox domina el uso de mecánicas de diseño que orientan -sin obligar, pero sí empujando- hacia el consumo. No se trata de moralizar, sino de entender que la plataforma utiliza estrategias técnicas comunes en la industria para maximizar compras:
1. Economía aspiracional
Casi siempre existe una versión "cool", "épica" o "legendaria" de cualquier objeto? y cuesta Robux. Las funciones gratuitas son suficientes para jugar, pero no para destacar.
2. Eventos limitados
Muchos objetos aparecen por tiempo reducido. Si no los compras hoy, desaparecen para siempre. Esto genera urgencia -o Fear OF Missing Out (Miedo a Perderse Algo) - especialmente fuerte en usuarios jóvenes.
3. Identidad visual: el avatar como carta de presentación
En un espacio social donde millones conviven, el avatar no es un adorno: es una marca personal. Invertir en ropa o accesorios es equivalente a "verse bien" ante amigos y desconocidos.
4. Progreso acelerado
En muchos mundos, pagar significa saltarse días de espera o avanzar más rápido. Quien paga llega antes; quien no, se queda atrás.
5.Convertir las compras en un juego
Las animaciones brillantes, cofres sorpresa y recompensas aleatorias convierten la compra en un mini-juego. No solo obtienes un objeto: obtienes un momento de emoción.

En México, donde los precios están regionalizados y son relativamente bajos, ese diseño funciona de manera particularmente efectiva: con 129 pesos, un niño puede modificar por completo su avatar o desbloquear un pase especial
La presión social entre pares: gastar para pertenecer
Roblox no es solo un juego: es un espacio social donde niñas, niños y adolescentes conviven diariamente. Esa convivencia digital crea una presión silenciosa pero poderosa.
El avatar funciona como espejo social: quien tiene accesorios raros, mascotas difíciles de conseguir o animaciones exclusivas es rápidamente identificado como alguien "pro". La comparación es permanente.
Además, influencers y youtubers alimentan tendencias: retos, outfits, mundos de moda. Muchos de esos contenidos requieren Robux para poder participar, creando un círculo donde gastar se vuelve parte natural de pertenecer.

No hay violencia directa ni manipulación explícita: solo una dinámica social donde el consumo marca estatus
¿Qué tan fácil es gastar sin querer?
El sistema está diseñado para minimizar la fricción. En celulares o tabletas -los dispositivos más usados por la infancia mexicana- basta un clic para completar una compra.
Problemas frecuentes:
Las redes sociales están llenas de testimonios de familias que descubrieron compras inesperadas solo al revisar su saldo.

El patrón es claro: la interfaz favorece la acción rápida, y los menores carecen de herramientas para identificar diferencias entre "prueba", "pase", "compra única" o "suscripción"
Estafas y trampas dentro de los juegos (solo económicas)
Roblox permite que cualquiera cree su propio mundo. Esa libertad es maravillosa, pero también ha sido terreno fértil para trampas económicas dirigidas a usuarios jóvenes:

No son delitos mayores: son engaños dentro del propio juego que generan pérdidas económicas pequeñas pero frecuentes
Familias desorientadas: entender un sistema complejo
Para padres y madres mexicanos, Roblox es un ecosistema difícil de descifrar. Muchos no saben qué es un Robux, cómo se compra o cómo se controla. Aunque existen herramientas parentales ?como límites de gasto mensuales o controles de acceso? la realidad es que están subutilizados, principalmente por desconocimiento.
Se cruza aquí una brecha generacional: la infancia entiende a la perfección la economía del juego; los adultos apenas alcanzan a comprenderla.
A diferencia de una tienda física, Roblox es una tienda permanente, abierta 24/7, integrada en la experiencia del juego. Y nada de eso está explicado de manera clara para adultos.

Desde marzo de 2024 hasta marzo de 2025, Los 100 desarrolladores principales ganaron un promedio de 6 millones de dólares, lo que representa un aumento de más del 500% desde 2019
El negocio detrás: por qué monetizar funciona tan bien en México
Varias razones explican por qué este modelo ha sido tan exitoso en el país:

En conjunto, estos factores convierten a México en un terreno ideal para la monetización continua
La economía invisible de un mundo infantil digital
Roblox no es solo un espacio para jugar: es un mercado. Uno que opera en el fondo de la experiencia, mientras niñas y niños construyen mundos, hacen amigos o exploran aventuras.
Las microtransacciones son parte integral del ecosistema, y su eficacia descansa en hacer que el gasto parezca natural, ligero y casi inevitable.
La siguiente nota abordará los temas de seguridad digital, pero esta cierra con una pregunta económica y generacional: ¿qué significa que millones de menores mexicanos crezcan dentro de sistemas donde jugar y gastar se vuelven sinónimos?
