Greenpeace ha denunciado la creciente autorización de bancos de extracción de material pétreo en la península de Yucatán, principalmente vinculados con el proyecto del Tren Maya, lo que representa una amenaza directa para la selva y los ecosistemas de la región
En una protesta reciente frente a las oficinas de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en la zona hotelera de Cancún, activistas y voluntarios de esta organización ambientalista expresaron su rechazo a la aprobación de al menos 26 sitios para la extracción de piedra, que se suman a un patrón de destrucción ambiental que ya lleva décadas.
Carlos Samayoa, coordinador de la campaña "México al grito de Selva" de Greenpeace, alertó que el modelo de explotación iniciado por la empresa Calica en la Riviera Maya, que ha devastado más de 2,000 hectáreas en tres décadas, se está replicando a nivel nacional.
Según Samayoa, la empresa Cemex, una transnacional mexicana, ha recibido permiso para deforestar cerca de 4.5 kilómetros cuadrados (650 hectáreas) de selva virgen en las cercanías de Tulum.
Tren Maya S.A. de C.V. está impulsando la creación masiva de bancos de material pétreo, lo que implica la tala y dinamita de grandes extensiones de bosque
El activista destacó que, en total, casi 10,000 hectáreas de selva han sido taladas y explotadas para este tipo de proyectos, una cifra alarmante que supera ampliamente el impacto de Calica y evidencia cómo este modelo de extracción se ha extendido por toda la península.
La protesta incluyó una acción simbólica donde un volquete descargó rocas frente a las oficinas de Semarnat, mostrando el tipo de material que se obtiene tras la destrucción de áreas naturales, con la autorización de las autoridades ambientales.
Samayoa criticó la aparente complicidad de Semarnat, que ha emitido permisos incluso en zonas previamente afectadas por las obras del Tren Maya, y llamó a la dependencia a comprometerse a detener esta dinámica destructiva.
"Lo que acabamos de volcar acá es una pequeña muestra de lo que Semarnat está permitiendo, una anuencia que fomenta este modelo de destrucción", afirmó
Además, subrayó que, a pesar de que ya se han reconocido los daños ambientales causados por megaproyectos como el Tren Maya, los riesgos para la selva siguen vigentes y requieren acciones concretas.
En lo que va del año, la Gaceta Ecológica de Semarnat ha publicado autorizaciones para casi 30 bancos de extracción de material pétreo relacionados con el Tren Maya, lo que evidencia la continuidad de esta práctica.
Samayoa insistió en la necesidad de que Semarnat implemente medidas legales y políticas estrictas para proteger la selva, estableciendo "candados" que impidan la expansión de estas actividades.
Aunque reconoció que la dependencia ha mostrado interés y preocupación, enfatizó que falta definir claramente cómo se llevará a cabo la remediación ambiental y qué acciones reales se tomarán para reparar los daños que aún pueden evitarse