Por: Meganoticias Veracruz
Durante los meses más calurosos el cuerpo humano se enfrenta a un desafío crucial: mantener su equilibrio térmico. Una de las herramientas más efectivas y naturales para lograrlo es la hidratación adecuada.
Esto no solo contribuye al bienestar general, sino que resulta vital para prevenir complicaciones graves en la salud. Las altas temperaturas intensifican la pérdida de líquidos por medio del sudor, lo que hace indispensable reponer esa pérdida de forma constante y adecuada.
El Coordinador de la Unidad Médica de la Cruz Roja Veracruz, Noé de la Cruz Guzmán, señaló que la sensación permanente de sed puede ser un signo de alerta.
"boca seca, vamos tener afectaciones como dolor de cabeza y sensación de mareo, si es que la deshidratación se esta agravando"
Ante las altas temperaturas, lo recomendable es tomar dos a tres litros de agua simple al día para mantenerse hidratado. Es importante beber líquidos incluso si no se siente sed, ya que la sed es un signo de deshidratación.
Hidratarse correctamente no se trata solo de beber agua, sino de hacerlo de manera constante a lo largo del día, incluso si no se tiene sed. El cuerpo pierde agua no solo al sudar, sino también al respirar, orinar e incluso al hablar. En condiciones de calor extremo o al realizar actividad física, esta pérdida se incrementa notablemente.
Se aconseja evitar la exposición prolongada al sol, especialmente entre las 11:00 y las 15:00 horas, y utilizar ropa ligera y de colores claros, gorra o sombrero, lentes de sol, y protector solar. También se recomienda permanecer en lugares frescos, a la sombra y bien ventilados- SS
Por ello, se recomienda consumir de 2 a 3 litros de líquidos diarios, ajustando esta cantidad en función de la temperatura ambiente y la actividad realizada.
"presiento es principalmente agua, pero también puede llevar electrolitos, hay que descartar bebidas azucaras y por supuesto alcohólicas, en este último caso incluso pueden contribuir a la deshidratación".
Mantenerse hidratado es una medida sencilla pero fundamental para enfrentar las altas temperaturas. Beber suficiente líquido, preferentemente agua, a lo largo del día y estar atentos a los signos de deshidratación puede marcar la diferencia entre una jornada calurosa tolerable y una emergencia médica.