La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido mantener la emergencia sanitaria internacional por la mpox, también conocida como viruela símica, debido al aumento de casos en África Occidental y al riesgo de que surjan contagios no identificados fuera de este continente
Esta decisión se basa en la recomendación del comité de emergencia, que revisa la evolución de la epidemia cada tres meses y asesora al director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La preocupación principal gira en torno a la propagación de una nueva variante, identificada como clado Ib, que se ha extendido rápidamente en África. Esta variante difiere de la que causó el brote mundial en 2022, cuando la enfermedad se reportó en miles de personas en Europa, América del Norte y otras regiones.
En lo que va del año, se han registrado más de 17,000 casos confirmados de la variante Ib, con 72 fallecimientos. La República Democrática del Congo es el país más afectado, con más de 8,000 casos, seguida de Uganda, Sierra Leona y Burundi.
El brote en la República Democrática del Congo es especialmente preocupante para la OMS, ya que muchas de las zonas afectadas son de difícil acceso para los equipos médicos debido a los conflictos armados en las provincias orientales de Kivu del Norte y Kivu del Sur.
La alerta sanitaria internacional por mpox no es nueva. En 2022, la OMS ya había declarado la emergencia debido a la aparición de una variante menos peligrosa, lo que llevó a una respuesta global que permitió controlar parcialmente la situación.
Sin embargo, la aparición de nuevas variantes y el aumento sostenido de casos han obligado a las autoridades a mantener la vigilancia y las medidas de prevención.
Desde 2022, se han confirmado más de 142,000 casos de mpox en 133 países, con un saldo de 328 muertes.
Aunque la mayoría de los casos y fallecimientos se concentran en África, la posibilidad de que la enfermedad se propague a otras regiones sigue siendo una preocupación para la comunidad internacional.
Por ello, la OMS insiste en la importancia de la cooperación global, el fortalecimiento de los sistemas de vigilancia y el acceso a servicios médicos, especialmente en las áreas más vulnerables
Sin embargo, la aparición de nuevas variantes y el aumento sostenido de casos han obligado a las autoridades a mantener la vigilancia y las medidas de prevención.
Desde 2022, se han confirmado más de 142,000 casos de mpox en 133 países, con un saldo de 328 muertes. Aunque la mayoría de los casos y fallecimientos se concentran en África, la posibilidad de que la enfermedad se propague a otras regiones sigue siendo una preocupación para la comunidad internacional.
Por ello, la OMS insiste en la importancia de la cooperación global, el fortalecimiento de los sistemas de vigilancia y el acceso a servicios médicos, especialmente en las áreas más vulnerables
La mpox, que se transmite principalmente por contacto estrecho, puede causar fiebre, erupciones cutáneas y complicaciones graves en personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Ante el panorama actual, la OMS recomienda a los países reforzar sus capacidades de detección y respuesta, así como mantener informada a la población sobre las medidas de prevención y los síntomas de la enfermedad