Con el operativo ?Catahoula Crunch? en Nueva Orleans, realizado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) aumentó el despliegue de fuerzas federales en ciudades gobernadas por demócratas, enfocados en detener a migrantes de Centroamérica y México.
El DHS informó que la operación en la mayor ciudad del estado sureño de Luisiana se enfocará en detener migrantes con historial criminal, al mostrar imágenes de nacionales de México, Honduras, Guatemala, El Salvador, Jordania y Vietnam, que presuntamente quedaron libres por las "políticas santuario".

"Las políticas santuario ponen en peligro a las comunidades estadounidenses al liberar a extranjeros criminales y forzar a los agentes del DHS a arriesgar sus vidas para remover a extranjeros criminales ilegales a los que nunca debieron haber vuelto a soltar a las calles", dijo Tricia McLaughlin, subsecretaria del DHS.
El despliegue de los agentes federales ha sacudido a un estado con cerca de 223 mil migrantes, de los que casi uno de cada cinco son de Honduras, y cerca de la octava parte son de México, según datos del American Immigration Council.
Restaurantes y negocios latinos anunciaron cierres en sus redes sociales ante el temor de que trabajadores o clientes queden detenidos en las redadas, mientras que activistas han cuestionado que los agentes estén enfocándose en migrantes con antecedentes penales.
"Estoy profundamente enojado porque amigos, socios y todos en Nueva Orleans verán de cerca cómo esta crueldad y caos se impone en personas que merecen dignidad y, en muchos casos, simplemente un proceso para ajustar su estatus. Hay una mejor manera", publicó en X Todd Schulte, presidente de la organización FWD.