Reclamos ciudadanos y expectativas oficiales tras el desastre en Veracruz

A un mes de las lluvias que devastaron cinco estados del país, la Secretaría del Bienestar asegura que el apoyo llegó a tiempo y con alcance histórico con una dispersión de 7 mil 426 millones de pesos para limpieza, daños a vivienda, enseres y agricultura.

En Veracruz, el estado con mayor impacto, la cifra oficial asciende a 56 mil 532 viviendas dañadas y una dispersión de cuatro mil cinco millones treinta y cinco mil pesos.

"La limpieza en ciudades importantes ya está lista...en un mes se entregó el primer apoyo; el domingo termina y comienza la reconstrucción."  Claudia Sheinbaum, Presidenta de México. 

Pero mientras las autoridades hablan de eficiencia, las calles aún narran otra historia "Estamos a la orilla del río y perdimos todo. Ya llevamos casi 15 días y no podemos ni limpiar nuestros hogares ni regresar." damnificada, Tuxpan. 

Este jueves 13 de noviembre el Gobierno Federal realizó una segunda entrega de apoyos en Veracruz. Desde Llano del Medio, localidad del municipio de Ixhuatlán de Madero, la gobernadora insistió en la narrativa de recuperación. En Tuxpan, también se llevó a cabo la segunda entrega de apoyos pero esta, estuvo marcada por diversas voces.

"Estamos esperando a algunos compañeros porque a algunos no nos llegó el mensaje ni el número de folio y es lo que estamos esperando ahorita con el módulo ... si somos afectados de Álamo porque nos están mandando a otra ciudad que no somos afectados...." citó Damnificado de Álamo.

Otros, bloquearon el puente exigiendo derecho a un censo que -aseguran -nunca pasó por sus comunidades: 

"Fui al Bienestar, me apuntaron,  fueron ahí y me apuntaron, y nada más me han traído como tonto. ... para empezar, mi puesto ya lo limpié, ya lo pinté endeudándome,  van a ir a checar cuando ya esté todo limpio."

"Nomás nos dicen que sí y que no, y que luego,  lo que queremos es que nos censen ya para estar enlistados." citó otro manifestante.

La narrativa del gobierno habla de eficacia y rapidez; a un mes del desastre, la brecha entre lo que se anuncia y lo que se vive es tan profunda como las pérdidas que dejó la emergencia.