Después de 37 años al frente de Vogue en Estados Unidos, Anna Wintour dejará su cargo como editora en jefe de la icónica revista.
Esta noticia, confirmada por el medio WWD, marca el final de una era en la que Wintour no solo transformó la publicación en un referente cultural, sino que se convirtió en una figura de poder indiscutible dentro de la industria de la moda. Aunque dejará el puesto editorial más emblemático, continuará vinculada a Condé Nast como directora global de contenido.
Desde que asumió el cargo en 1988, Wintour revolucionó la forma en que se concibe una revista de moda. Impulsó la carrera de diseñadores emergentes como John Galliano y Alexander McQueen, y llevó a celebridades como Michelle Obama y Beyoncé a la portada, expandiendo el alcance de Vogue más allá del estilo para tocar temas de política, cultura y activismo.
Su estilo personal (su melena recta, gafas oscuras y actitud firme) se volvió símbolo de autoridad editorial en el mundo de la moda.
Su influencia no se limitó a la publicación, sino que también impactó el mundo del arte y la filantropía. Fue la mente detrás de la Gala del Met, que bajo su liderazgo se convirtió en el evento de moda más importante a nivel mundial. Gracias a su visión, Vogue pasó a ser mucho más que una revista de moda, siendo una plataforma de referencia para diversas expresiones culturales.
Sin embargo, Wintour también ha enfrentado críticas a lo largo de su carrera. Su estilo de liderazgo ha sido descrito como frío y autoritario, e incluso inspiró la novela y la película El diablo viste de Prada. En años recientes, se cuestionó la falta de diversidad en las páginas de Vogue y en su equipo editorial, lo que llevó a Condé Nast a trabajar en nuevas estrategias para mejorar la inclusión y representación.
A pesar de estas críticas, Wintour ha sabido adaptarse a los cambios del mundo digital, manteniendo a Vogue relevante en redes sociales y expandiendo la marca a nivel global. Su capacidad para anticipar tendencias y mantenerse a la vanguardia le permitió conservar su posición de liderazgo durante casi cuatro décadas, algo poco común en una industria tan dinámica y competitiva.
Ahora, con su salida como editora en jefe, Condé Nast ha comenzado la búsqueda de su sucesor o sucesora. Este cambio llega en un momento en que el rol de editor en jefe se redefine en muchas publicaciones, enfrentando nuevos retos en un mundo mediático en constante evolución.
Mientras tanto, Wintour seguirá como directora global de contenido, supervisando las ediciones internacionales de Vogue y otros títulos del grupo. Su retiro del día a día en la edición estadounidense marca el cierre de un capítulo importante, pero su influencia continuará vigente en la moda mundial.