En pleno 2025, habitantes de ciudades como Tuxtla Gutiérrez, Comitán, San Cristóbal de Las Casas y Tapachula, sufren con el suministro de agua potable.
Desde cortes constantes que en ocasiones llegan a ser meses o agua que les llega sucia.
La capital chiapaneca, pese a estar muy cerca del Río Grijalva, que es donde se abastece agua a la ciudad, el problema del suministro prevalece.
"Tenemos que sacar de dónde haya de lo poco que haya en la cisterna, de dónde se pueda sacar porque es diario lo que se utiliza".
"Ya fueron a ver y dijeron que el viernes iban a venir a soltar agua, no soltaron, otros lados dijeron que ya habían soltado y otro que no".
El descontento con la ciudadanía es mayor, cuando aún con el desabasto de agua potable, tienen que costear por aparte agua en pipa, lo que significa un golpe a su economía.
"Cada pipa no sale en 300 pesos, la de tres mil litros, pero esos tres mil litros no son suficientes no es suficiente para cubrir el desabasto".
Otras de las ciudades, con mayor población en Chiapas y pasa por la misma situación es Tapachula.
"Aquí tenemos dos horas dos veces a la semana, poquita agua potable, si no pagamos puntual nos cobran un recargo también, tenemos que pagar recargo, no nos llega agua potable".
Sólo Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, cuenta con una planta potabilizadora de agua.
En el caso de la capital chiapaneca, esta se ubica en las orillas del Río Grijalva, y recibe el nombre de "Planta Potabilizadora de Ciudad del Agua", de ella se suministra al 80 por ciento de los tuxtlecos.
Mientras, que en Tapachula la planta potabilizadora abastece al 45 por ciento de la ciudadanía.
En ambos casos, el resto se abastece de diferentes pozos, en lo que respecta a los municipios de Comitán y San Cristóbal de Las Casas, no cuentan con planta potabilizadora, por lo que, el agua que reciben sus habitantes es directa de afluentes y pozos, lo que en ocasiones ha causado enfermedades, principalmente gastrointestinales.
Los acuíferos en México se encuentran en riesgo de sobreexplotación, en 2018, el 18 por ciento de los acuíferos subterráneos estaban sobreexplotados.
De acuerdo al INEGI, los usos que se le da al agua en México son, 76 por ciento a la agricultura, 14 por ciento abastecimiento público urbano, cinco por ciento a las industrias y cinco por ciento generación de energía eléctrica.
En medio de un escenario global marcado por la urgencia climática y la creciente preocupación por la escasez de recursos naturales, México se encuentra enfrentando una de sus mayores pruebas: la crisis hídrica.
Este desafío no sólo pone en riesgo la disponibilidad de agua para las generaciones presentes y futuras.