Chiapas destaca a nivel nacional por su agricultura, siendo el principal productor de café, además, ocupa el segundo lugar en la producción de papaya, mango y cacao.
En los últimos cinco años, este sector, ha tenido que luchar contra los efectos del cambio climático, actividad del hombre y la violencia, que, cada uno a su manera han afectado al sector.
La violencia que se agudizó en Chiapas, de 2021 a 2024, generó que, los traslados de las cosechas se vieran afectadas, principalmente en la zona fronteriza con Guatemala, generando pérdidas millonarias.
"La verdad no podíamos llegar a nuestro centro de trabajo, donde tenemos las bodegas para movilizar maíz, café, teníamos prohibido entrar a Comalapa".
Por su parte, productores de café, se enfrentaron a una sequía en los años de 2022 y 2023, la cual, actualmente aún se pueden observar sus estragos, la falta de lluvias, fue duro golpe.
Se estima, que son 170 mil hectáreas de café resultaron afectadas, por la sequía, y por el estrés que provocaron las primeras lluvias, las plantas florecieron en tiempo, las altas temperaturas no permitieron su desarrollo.
"Entre el 80 y 90 por ciento de la producción, no va a existir en este ciclo productivo, entonces va a ser crítico, muy crítico".
La propia actividad agrícola, es un enemigo para la producción en el estado de Chiapas, el uso agroquímicos, fertilizantes y pesticidas, han contaminado el suelo.
"Ahí sí estamos hablando de que se genera un impacto en la composición y funcionamiento del suelo, porque se generan procesos de degradación del suelo".
Estos, pueden ser enfocados a cuestiones reducción de la fertilidad y de la cantidad de organismos que viven en el suelo, generando una acidez.
"Procesos de acidificación, por ejemplo, que lo suelos se vuelven muy ácidos, y eso obviamente va a afectar o deteriorar la producción agrícola".
Para combatir esta contaminación del suelo, se ha implementado la agricultura de conservación en algunos municipios, como Villaflores.
"La agricultura de conservación, tiene tres principios, una, dejar rastrojo al cien por ciento, otra, rotación de cultivo, y la otra no mover el suelo".
2024, fue un año negativo para la agricultura, entre sequía, actividad humana y violencia, al menos 44 de los 124 municipios de Chiapas se vieron afectados, dañando un total de 210 mil hectáreas, principalmente café.
La producción de maíz sufrió el peor desplome de su historia, y otros cultivos van por el mismo camino.
Para este 2025, la agricultura enfrenta un panorama complejo, con los desafíos ya mencionados, se requiere atención, así como medidas de prevención y adaptación.