Cada vez son más los migrantes que llegan a la capital chiapaneca, se ubican afuera de las oficinas del Instituto Nacional de migración sobre la carretera a Villaflores y 15 sur oriente, entre otros puntos.
Madres e hijos, esperan la llegada de sus esposos, quiénes por falta de dinero, algún documento u otra razón, se han quedado rezagados en algún punto de su ingreso a México por Guatemala.
Ellas, han vivido experiencias en su travesía por alcanzar el sueño americano, que pone en riesgo su vida y la de sus hijos.
Carolina migrante Venezolana, cruzo con su hija de tres años, la selva del Darién.
En la selva del Darién, 400 casos de abusos sexuales contra migrantes desde abril del 2021
Fuente: Organización Médicos Sin Fronteras
"Sinceramente una de las cosas más difíciles como mamá, como persona, sería entrar a la Selva, es una de las situaciones más difíciles porque dormimos dos noches dentro de la selva, vimos cosas que realmente yo como persona nunca pensé ver."
Invirtió junto a su pareja Joseph todos sus ahorros, a fin de darle un mejor viaje a su hija.
"Nosotros simplemente cuando no tenemos dinero mi esposo si es un guerrero de la vida, igual que mi hermano, salen a vender galleta, caramelo, para completar un pasaje, para completar el techo donde dormir, él dice que lo indispensable no es quedar en la calle, por la bebe y por mi persona."
A sus 23 años de Edad Carolina, radicaba en Colombia y desde allá se vino a México.
"Para poder viajar obviamente se necesita el suficiente dinero para poder transcurrir literal todo Centro América, pero lo más caro, lo más ha sido entrar desde Colombia al Darién, fueron casi mil dólares, trabajando sudando casi cinco meses tratando de reunir ese dinero."
Carolina, está en Chiapas, México, ha quedado varados, a la espera de un documento que les otorgará el Instituto Nacional de Migración, pero no le han dicho cuándo, para poder continuar en busca de su sueño americano.