La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) realizará un paro nacional de 24 horas este jueves 3 de julio, acompañado de una marcha en la Ciudad de México, como parte de sus acciones para exigir al gobierno federal el cumplimiento de sus demandas laborales.
La movilización se convocó un día antes de una reunión clave con autoridades federales.
La marcha comenzará a las 8:30 de la mañana en Calzada de Tlalpan, y se dirigirá hacia las oficinas de la Secretaría de Educación Pública (SEP), ubicadas en la calle de Donceles. A este llamado se espera que se sumen docentes de distintas entidades del país, así como simpatizantes del movimiento magisterial.
Entre las exigencias que la CNTE presentará en la mesa de diálogo se encuentran la homologación de prestaciones y bonos que ya reciben trabajadores de otras entidades, un aguinaldo de 90 días, más días económicos y la basificación de docentes interinos. También pedirán garantizar la continuidad de contrataciones y apoyo a trabajadores desplazados.
Otro de los puntos centrales es el respeto a las propuestas sindicales para cubrir licencias temporales, así como la entrega de bonos a docentes jubilados, becas para hijos e hijas de los trabajadores de la educación, y el cumplimiento de acuerdos relacionados con licencias para cuidados familiares, incluyendo casos de muerte gestacional o perinatal.
Además, la CNTE pedirá la regularización de claves docentes, una distribución equitativa del alumnado, evitar la fusión de grupos, el cierre de turnos escolares y alto al acoso laboral, así como al autoritarismo de directivos. Exigen también que no haya represalias administrativas por participar en las movilizaciones, ni descuentos salariales injustificados.
La reunión con el gobierno será encabezada por Mario Delgado, titular de la SEP; Luciano Concheiro Bórquez, de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México; Martí Batres, dirigente del ISSSTE; y Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación. La CNTE espera que este encuentro derive en acuerdos concretos y compromisos verificables.
Con esta jornada de paro y protesta, el magisterio busca presionar a las autoridades para que se atiendan sus demandas históricas y se respeten sus derechos laborales. La movilización también servirá para visibilizar los problemas estructurales que, aseguran, persisten en el sistema educativo del país.