En el municipio de Tapachula, al menos tres migrantes de origen cubano, iniciaron una huelga de hambre frente a las oficinas del Instituto Nacional de Migración, para exigir su residencia permanente en México.
Atrapados por las restricciones migratorias impuestas por Estados Unidos, denuncian ser víctimas de discriminación, pérdida de empleo y una pesada carga burocrática que les impide regularizar su situación.
La protesta de estos migrantes refleja la desesperación de cientos de personas que permanecen varadas en la frontera sur, sin respuestas ni soluciones claras, siendo venezolanos y cubanos los que más pasan por esta situación.