En medio de la crisis del gusano barrenador, autoridades federales, con apoyo del gobierno de Chiapas, aplicaron un embargo precautorio a 231 bovinos en dos ranchos ubicados en los municipios de Tuxtla Chico y Metapa de Domínguez, debido a que no contaban con la documentación que acredite su importación legal, estancia y tenencia en el país.
Durante la operación, personal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) inspeccionó a los animales y descartó presencia del gusano, plaga que representa un grave riesgo para la ganadería nacional, informó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
Como parte del protocolo sanitario, la Sader detalló que los médicos veterinarios lavaron y desinfectaron heridas frescas en los animales, además de aplicar medicamentos larvicidas y antiparasitarios para evitar que las vacas, toros y becerros embargados pudieran infectarse durante las semanas siguientes.