Debido a las altas temperaturas y lluvias que se registran en diferentes regiones de la entidad chiapaneca, el secretario de Salud del estado, doctor José Manuel Cruz Castellanos, informó que se estima un aumento del 30 por ciento, aproximadamente, en la incidencia de enfermedades diarreicas agudas e infecciones respiratorias, por lo que se deben seguir las recomendaciones sanitarias para prevenir estos padecimientos y proteger a los grupos vulnerables.
El funcionario estatal expuso que ante los cambios bruscos de temperatura, la población chiapaneca está más vulnerable a contraer infecciones respiratorias agudas como el resfriado común o gripa y otros padecimientos más complicados como la neumonía o COVID-19, así como enfermedades diarreicas agudas como salmonelosis, amebiasis, rotavirus y Escherichia coli.
Por ello, exhortó a la población a mantener las siguientes recomendaciones ante infecciones respiratorias agudas: uso de cubreboca, sobre todo en lugares cerrados o con multitud; lavado frecuente de manos con agua y jabón; limpieza y desinfección de los espacios; evitar cambios bruscos de temperatura y mantener a los niños y adultos mayores abrigados del frío y la lluvia.
En caso de presentar síntomas de infección respiratoria como dificultad para respirar, fiebre mayor a 38 grados, dolor de cabeza y cuerpo, y ruidos en el pecho, se debe acudir de inmediato al médico de confianza o unidad de salud más cercana para valoración, y por precaución hay que aislarse para evitar contagios.
El doctor José Manuel Cruz Castellanos también dio una serie de medidas para prevenir enfermedades diarreicas agudas, como son: usar agua purificada, hervida o clorada; lavar y tallar con agua y jabón las verduras y frutas, o bien, lavar con agua clorada (agregar dos gotas de cloro por cada litro de agua), dejar reposar 30 minutos y escurrir sin enjuagar, o desinfectar con plata coloidal.
Otras recomendaciones son: utilizar cuchillos diferentes para alimentos crudos y cocidos; lavar carnes y vísceras antes de su preparación; cocer o freír los alimentos, sobre todo pescados y mariscos; no dejar alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de dos horas; en caso de utilizar leche no pasteurizada, hervirla antes de beber; y no consumir alimentos después de su fecha de caducidad.