Alrededor de 60 organizaciones defensoras de Derechos Humanos y un grupo de legisladores los días 21, 22 y 23 de junio, realizaron recorridos en la franja fronteriza de Chiapas, para recoger propuestas y llevarlas al Senado de la República.
Emilio Álvarez Icaza Longoria, secretario de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, expuso que en la visita insitu, realizaron recorridos en las estaciones del Instituto Nacional de Migración, albergues privados, entrevistaron a migrantes, se reunieron con expertos, con las organizaciones internacionales Unisef, ACNUR, OIM, CNDH, CEDH, por mencionar algunas.
También tomaron testimonios de migrantes centroamericanos, quienes expresaron su sentir al cruzar la frontera entre México y Guatemala.
"Nos hacen sentir que no valemos nada, nos tratan como perros, una señora del Salvador, que le dice a sus hijas, -no hablen, no hablen porque si nos identifican el acento, nos va mal, un fenómeno de testimonios donde crece en México una alarmante xenofobia, es decir, un odio por ser extranjero".
En la frontera sur, específicamente en Tapachula, hay una problemática que calificó como una bomba de tiempo, letreros específicos que hacen referencia que sólo se contratan mexicanos, también detalló que los comercios han bajado considerablemente sus ventas.
La política migratoria, dijo, fue cambiada por la Cuarta Transformación, de una nación solidaria, a una política de seguridad, que aborda un despliegue de la Guardia Nacional, militares, policías, que amenazan a taxistas, colectivos, camioneros para impedir al máximo que se muevan las y los migrantes en territorio chiapaneco.
"Cambiaron las reglas de solicitud de asilo y de la migración, ahora Chiapas es una especie de gran bolsón, una especie de gran estación migratoria".
Migrantes llevan meses varados en Chiapas, a la espera de ser atendidos por las autoridades de Migración, en 2021 hay un registro de 131 mil solicitudes de refugio y asilo en México, lo que nos coloca en el segundo país a nivel mundial en cuanto a estas solicitudes.
"Nos guste o no nos guste, México ha decidido hacer el trabajo sucio de Estados Unidos México ha decidido, primero con Trump y luego con Biden, aceptar la contención de la Migración".
La COMAR, tiene un presupuesto de 25 millones de pesos al año, pero de acuerdo con el senador, se encuentra rebasada, con meses de retraso en sus trámites de migración. Mientras que, los agentes de la Guardia Nacional, rompen los papeles de los migrantes y los envían de regreso a sus países.