México, país que dejó de evaluar a sus maestros, hoy se hunde


Reprobados: el fracaso silencioso de un país

México enfrenta un rezago educativo alarmante.

Más de la mitad de los estudiantes no alcanza el nivel básico en comprensión lectora, ciencias y, sobre todo, matemáticas, donde el 66% no domina lo elemental, según la prueba internacional PISA.

"El peor 1% de Canadá tiene mejores resultados que el mejor 1% de México", advierte Erick Juárez Pineda, director de Educación Futura.

El deterioro no es casual: la crisis del magisterio explica buena parte del desastre. De 2.1 millones de docentes, 18% no tiene estudios superiores en educación y en áreas clave -como educación física, artes, idiomas y tecnología- el 21% tampoco cuenta con licenciatura.

"Quienes se interesan por la docencia muchas veces no son los mejores estudiantes del bachillerato; ese es un primer problema", señala Alma Maldonado, investigadora educativa del Cinvestav.


Un magisterio sin formación ni incentivos

El desánimo también se explica por las condiciones laborales. Los salarios base rondan los 7 mil pesos mensuales en preescolar y apenas 7,890 en primaria, pese a que la Constitución los reconoce como "agentes fundamentales del proceso educativo".

Más de 80 mil escuelas multigrado funcionan con un solo maestro que hace de director, administrativo y docente.

Y más del 50% de la infraestructura escolar está en pésimas condiciones.

"Hoy, con este calor en Chiapas, muchos niños toman clases al aire libre", denuncia Israel Sánchez Martínez, presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia.

El panorama empeora con la corrupción sindical. "Los recién egresados, al venir de movimientos de base, adquieren jerarquía mediante el marchómetro; así logran quedarse en las capitales en lugar de ir a las comunidades que realmente necesitan maestros", explica Horacio Erik Avilés Martínez, de Mexicanos Primero Michoacán.

Mientras tanto, 58% de los planteles carece de internet y 19% ni siquiera tiene agua potable.


La política del retroceso: México renuncia a evaluar a sus docentes

En 2025, México renunció formalmente a evaluar a más de dos millones de maestros.

Aunque la ley prevé evaluaciones formativas, diagnósticas y voluntarias, la presidenta Claudia Sheinbaum suspendió los procesos y anunció la desaparición de la Unidad de Evaluación Docente, creada en 2019.

"Vámonos a que opinen los maestros y maestras de base, no foros controlados; que nos digan cómo se debe modificar eso. Lo que decidan los maestros, eso va a ser", dijo Sheinbaum durante un acto público.

La propuesta, sin embargo, genera alarma.

"Se propone esta idea populista de hacer una consulta en cada escuela, a ver qué se les ocurre a los maestros. Yo no creo que esa sea la mejor manera de hacer política pública en un tema tan complejo", cuestiona Alma Maldonado.

Expertos advierten que eliminar la Unidad de Evaluación requeriría una reforma constitucional, y que hacerlo podría desaparecer el principio de mejora continua, hoy protegido por la Carta Magna.



Corrupción y simulación: plazas a modo

Entre 2019 y 2024, se asignaron 423 mil plazas y 54 mil incentivos docentes, pero no hay transparencia.

"El examen de ingreso al servicio profesional docente, en muchos estados, se realiza a la medida. Si hay mil 80 egresados, se convoca a mil 80 plazas. Es prácticamente automática", asegura Horacio Erik Avilés Martínez.

La última medición confiable, realizada en 2016, reveló que 15.3% de los maestros tuvo desempeño insuficiente, 36.2% suficiente, 40.5% bueno y 8% destacado.

Pese a ello, la evaluación fue suspendida.

"Peña Nieto pudo haber tenido muchos errores, pero quiso mejorar la calidad educativa. Y conforme pasaron los años, los promedios de los profesores empezaron a mejorar", recuerda Eduardo Backhoff, especialista en evaluación educativa.


El origen del desastre: normales controladas y plazas vendidas

El problema comienza en las más de 400 escuelas normales del país.

Aunque la normativa exige promedio mínimo de 8 y examen Ceneval, en muchos casos se venden fichas, se manipulan resultados y se admiten aspirantes sin perfil.

"El vicio más grande en las normales es que el sindicato controla toda la parte administrativa y pedagógica", denuncia Backhoff.

En estados como Oaxaca, Guerrero y Michoacán, la CNTE impone reglas.

"No hay una compulsa entre el listado de prelación que emite Ceneval y quienes están inscritos en primero o segundo semestre", detalla Horacio Avilés, quien añade que "hay repetidores, externos que no aplicaron examen y nula transparencia".

En las 17 normales rurales, el escenario es aún peor: rezago, ideologización y prácticas violentas.

"A los futuros maestros se les forja como guerrilleros, luchadores sociales; los adiestran en tácticas militares y bloqueos", asegura Avilés.

Un testimonio anónimo lo confirma:

"Estudié en una normal privada y tuve buen promedio, pero pagué 120 mil pesos por mi plaza. La mitad al principio y el resto cuando salieron mis órdenes de asignación."


El discurso oficial

El secretario de Educación Pública, Mario Delgado, reconoce que la corrupción en la formación e ingreso docente ha sido un problema grave, pero la atribuye a "los gobiernos neoliberales".

"Eso es lo que se trata de evitar: las deficiencias que tuvo USICAMM, pero sin regresar al pasado donde había venta de plazas y corrupción", dijo.

Sin embargo, expertos advierten que sin evaluación, sin incentivos y sin formación sólida, México se encamina a una generación perdida.

Hoy, el país invierte solo 3.2% del PIB en educación, muy lejos del 6% recomendado por la UNESCO.


  



El saldo

Doce años y dos reformas después, México retrocede.

De la evaluación punitiva de Peña Nieto a la consulta popular de Sheinbaum, el sistema educativo se hunde en su propio rezago.

No hay evaluación, ni rumbo, ni resultados.

Y en las aulas, millones de niños aprenden de maestros que no son evaluados.




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