El nuevo Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum, se suma a una larga lista de intentos federales por pacificar al estado.
Con 12 ejes, más de 100 acciones y una inversión superior a 57 mil millones de pesos, la estrategia busca atender las causas sociales y reforzar la seguridad, en un contexto marcado por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y una violencia que no cede.
La apuesta de Sheinbaum combina mayor presencia de elementos de fuerzas federales, incremento en programas sociales y apoyo al desarrollo, seguimiento quincenal y reportes mensuales desde Palacio Nacional.
"Plan Michoacán por la Paz y la Justicia " de Claudia Sheinbaum
Fuente: Presidencia de la República
Sin embargo, el reto no es nuevo.
En 2006, Felipe Calderón lanzó el Operativo Conjunto Michoacán, que marcó el inicio de la "guerra contra el narcotráfico" y tenía como propósito disminuir los niveles de violencia en la entidad.
En los primeros días de su administración ordenó el despliegue del Ejército en Michoacán. El objetivo: desarticular al grupo delictivo de La Familia Michoacana. El operativo llegó a contar con hasta 12 mil elementos.
Las acciones también desataron una espiral de violencia y violaciones a derechos humanos que deslegitimaron la estrategia.

La llamada guerra contra el narco durante su sexenio no pacificó Michoacán, como se pretendía; sin embargo, sí marcó uno de los periodos más violentos en México.
"Operativo conjunto Michoacán" de Felipe Calderón
Despliegue del ejército en Michoacán
Entre 6 y 12 mil elementos
Desmantelar grupos de narcotráfico
Eliminar plantíos de droga
Detenciones (11 presidentes municipales y 16 funcionarios)
Fuente: Gobierno de la República
Tras este fracaso, en 2014 Enrique Peña Nieto presentó su Plan Michoacán. A diferencia del de Calderón, éste se centró en la reconstrucción del tejido social con programas de empleo, educación e infraestructura. Su premisa era que "la violencia no se combate con más violencia"; la idea era prevenir.
El programa se implementó en cuatro municipios de la Tierra Caliente: Morelia, Apatzingán, Uruapan y Lázaro Cárdenas, y pretendía reducir la violencia con acciones sociales.
Pese a su enfoque civil, el plan se diluyó entre burocracia y falta de resultados tangibles.
"Plan Michoacán" de Enrique Peña Nieto
Municipios prioritarios: Morelia, Apatzingán, Uruapan y Lázaro cárdenas
Fuente: Gobierno de la República
Ocho años después, en 2021, y ante los persistentes niveles de violencia, Andrés Manuel López Obrador impulsó el Plan de Apoyo Michoacán, que reforzó la presencia federal y los programas sociales, mejoró la infraestructura hospitalaria y federalizó la nómina magisterial. Sin embargo, los índices delictivos no cambiaron.
"Plan de apoyo a Michoacán" de Andrés Manuel López Obrador
Fuente: Gobierno de la República
El proyecto de la presidenta Sheinbaum enfrenta el mismo dilema que sus antecesores: cómo convertir la promesa de paz en resultados sostenibles.
La historia reciente de Michoacán muestra que, sin coordinación real entre niveles de gobierno y sin justicia local efectiva, ningún plan ?por ambicioso que sea? ha logrado romper el ciclo de violencia.