En esta temporada es común que los festejos ocupen pirotecnia para dar color y luz a sus celebraciones. Sin embargo, las consecuencias de prender un cohete y lanzarlo al aire van más allá de sólo la explosión multicolor, esta práctica afecta la salud y al medio ambiente.
"Tenemos un maniquí disimulando que es un niño, le vamos a colocar en las manos una paloma para que vean el proyectil, la lesión que le puede llegar a ocasionar a un niño".
El uso de pirotecnia entre menores, puede ocasionar lesiones sobre todo en menores de edad, quienes lejos de verlo como un riesgo, lo utilizan como diversión.
Las lesiones que pueden causar ocurren con mayor frecuencia en las manos, los ojos, la cabeza, la cara y las orejas; pueden provocar ceguera, quemaduras de tercer grado y cicatrices permanentes. Los fuegos artificiales también llegan a ocasionar incendios potencialmente mortales en casas y vehículos.
Pero? ¿Cuáles sí se pueden usar con la supervisión de un adulto?
"Los cachiflines, no corren riesgo, las luces de bengala, que no sea cohetones, hago énfasis en globos de cantoya que no lo utilicemos porque los globos vuelan y se van a posicionar en pastizales".
Por ello, la recomendación es que menores sólo sean espectadores, no deben comprar, quemar o guardarlos en sus bolsillos, asimismo, vigilar que no se lleven a la boca éstos objetos y si se almacena en los hogares, mantenerlos en lugares fríos y secos.