Ropa de segunda mano, la opción para frenar contaminación
En la temporada decembrina incrementa el consumo de ropa, y con ello la contaminación ambiental.
"En efecto, hay ya botaderos gigantescos. A través de la moda circular podemos ayudar al medio ambiente a darle segunda oportunidad a las prendas", refiere Harumi Nakamura, co fundadora de Community Clóset.
De acuerdo con el estudio, Pulse of the fashion industry informe elaborado por la Global Fashion Agenda, la producción de textiles es la segunda fuente de contaminación más grande del mundo
La primera es la producción de derivados del petróleo
Cada año se producen 100 mil millones de prendas
Que equiivalen a 92 millones de toneladas que terminan en el basurero
El grupo de ocho mil mujeres que integran Community Closet, realiza actividades para implementar la moda circular y contrarestar el consumo de prendas.
"Se ha ido expandiendo, más allá de lo virtual. En estos tres años, vemos más y que la conciencia ambiental está tomando mayor importancia", asegura Paulina Fernández, co fundadora de Community Clóset.
Omar Arellano, especialista de la Facultad de Ciencias de la UNAM, afirma que sólo el 13 por ciento de las prendas se reciclan, y 87 por ciento se van a la basura, su descomposición termina en lixiviados, generando gases de efecto invernadero, en el peor de los casos se queman emitiendo gases dañinos a la superficie.
"Los residuos que se generan en la producción, del textil, son descargados en los ríos".
El uso de ropa de segunda mano, implica la moda circular, que es pasar prendas de una mano a otra y aprovechar su vida útil.
"Han podido hacer el intercambio de ropa. Ocho trueques presenciales en donde las chicas han podido realizar este intercambio de ropa", sostiene Esther Castillo, administradora de Community Clóset.
Los gastos que se realizan, para adquirir ropa de temporada, pueden llegar desde mil hasta cuatro mil pesos, mientras que, con la ropa de segunda mano, los costos disminuyen.
Para mitigar esta contaminación, la ropa de segunda mano es una opción, especialmente en un país donde 20 mil empresas textileras dejan esta peligrosa huella ambiental.