Después de ocho años manteniendo buenas expectativas sobre su futuro económico, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ajustó su pronóstico: ahora estima que solo tendrá suficiencia financiera hasta el año 2036
La razón principal: la desaceleración del empleo formal.
Así lo detalla el Informe al Ejecutivo Federal y al Congreso de la Unión sobre la Situación Financiera y los Riesgos del IMSS 2024-2025, documento que, aunque reconoce avances importantes en infraestructura y atención médica, también alerta sobre una presión creciente sobre las finanzas del Instituto.
¿Qué está pasando?
El IMSS depende, en gran medida, del número de empleos formales para sostener sus ingresos.
Con una baja en la expectativa de crecimiento de nuevas plazas -de 2% a solo 0.6% para 2025-, sus entradas económicas también se ven afectadas.
A eso se suma un aumento sostenido en el gasto. Desde hace tres años, el Instituto ha intensificado su inversión en personal médico, insumos, equipo y mantenimiento, lo que ha elevado el gasto proyectado en más de 286 mil millones de pesos respecto al informe anterior.
¿Dónde se está invirtiendo?
Para 2025, el IMSS planea destinar 7 mil 454 millones de pesos a ocho programas prioritarios, con casi 2 mil intervenciones enfocadas en:
Además, se invertirán 2 mil 253 millones en proyectos como:
Y no es menor: también se contempla la construcción de cinco hospitales nuevos, lo que implica, además de obra física, mayor gasto en personal y operación
¿Y qué pone en riesgo su futuro?
Aunque el IMSS sigue siendo financieramente viable por al menos una década, el informe identifica riesgos estructurales importantes:
Este informe es un llamado de atención. Por un lado, muestra que el IMSS está haciendo importantes esfuerzos para mejorar su infraestructura y atención; por otro, advierte que el modelo actual tiene límites si no se corrige el rumbo
¿El reto? Asegurar un sistema de salud pública sostenible y de calidad para las próximas generaciones, sin que el peso recaiga solo en las personas trabajadoras formales, cuyo número ya no crece al ritmo que se esperaba.