Alito Moreno revela detalles inéditos de pelea en Senado

La tensión en el Senado mexicano escaló tras un enfrentamiento físico entre el senador Alejandro "Alito" Moreno, del PRI, y Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva e integrante de Morena.

Los hechos ocurrieron después de que Moreno fuera excluido de la lista de oradores y se le negara el uso de la palabra durante la sesión.

Tras la clausura de la asamblea y la entonación del Himno Nacional, Moreno subió hasta el lugar de la Presidencia para reclamar directamente a Noroña la decisión de dejarlo fuera del debate. La discusión escaló rápidamente y ambos forcejearon frente a los demás legisladores, generando un momento de alta tensión dentro del recinto.

A través de sus redes sociales, Moreno compartió su versión de los hechos. "Fue una clara provocación directa" y "el único responsable es el senador Gerardo", afirmó, defendiendo su postura sobre lo ocurrido.

En su testimonio, "Alito" Moreno señaló que Noroña fue quien inició la agresión. "Él fue el que se me vino encima", "Él fue el que me empujó" y "Él fue el que inició la agresión", detalló, subrayando que su reacción se limitó a defender su derecho a hablar y expresar sus ideas.

Moreno agregó que Noroña habría reaccionado de esa manera porque "no pudo callarnos con argumentos" y "se sintió acorralado por la verdad". Según el priista, la situación no solo lo afectó a él, sino también a legisladores del PAN presentes en la sesión.

El senador reiteró que su intención fue reclamar su derecho a expresarse y advirtió: "No vamos a permitir que el Senado se convierta en un circo de violencia". Sus declaraciones buscan dejar claro que la agresión no será tolerada dentro del órgano legislativo.

El incidente ha generado reacciones y análisis sobre la convivencia entre bancadas y la conducción de las sesiones, así como sobre los límites en el comportamiento de los legisladores dentro del Senado de la República.

Mientras tanto, la presidencia de la Mesa Directiva se prepara para una renovación, lo que permitirá definir quién dirigirá los trabajos legislativos en los próximos meses, en un contexto marcado por tensiones políticas y confrontaciones entre partidos.