Cada 2 de mayo se conmemora el Día Internacional contra el Bullying y el Acoso Escolar, una fecha que busca generar conciencia sobre una problemática que afecta a millones de estudiantes en el mundo.
La iniciativa fue impulsada en 2013 por la organización Bullying Sin Fronteras y ha sido respaldada por organismos internacionales como la UNESCO, con el objetivo de visibilizar las distintas formas de violencia que se ejercen en las aulas, tanto de forma física como psicológica.
¿Qué es el bullying?
El bullying o acoso escolar es una forma de violencia sistemática caracterizada por agresiones físicas, verbales o emocionales que se repiten con el tiempo y que suponen un desequilibrio de poder entre el agresor y la víctima. Este fenómeno puede manifestarse en forma de burlas, amenazas, exclusión social, golpes o acoso en línea (cyberbullying), lo que puede derivar en graves consecuencias emocionales y académicas para quienes lo padecen.
La situación en México y Veracruz
En México, el acoso escolar es un problema creciente. De acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), uno de cada tres estudiantes ha sufrido algún tipo de agresión en el entorno escolar. Para hacer frente a esta realidad, la Ley General de Educación establece la obligación de implementar medidas preventivas y protocolos de actuación en las escuelas públicas y privadas del país.
En Veracruz, la Secretaría de Educación estatal ha adoptado un protocolo específico de actuación ante casos de acoso, maltrato infantil y abuso sexual en instituciones educativas. Estas guías buscan garantizar un entorno seguro, libre de violencia y con un enfoque de derechos humanos.
En el marco de esta conmemoración, expertos y autoridades coinciden en que la prevención debe comenzar desde casa y reforzarse en las escuelas, con la participación activa de padres, docentes y estudiantes. Promover valores como el respeto, la empatía y la tolerancia es clave para erradicar esta forma de violencia silenciosa.
El Día Internacional contra el Bullying no solo es una fecha para reflexionar, sino también para actuar. La meta es clara: construir entornos escolares donde el aprendizaje se desarrolle en un ambiente de paz, inclusión y respeto.