A menos de un mes de haber iniciado operaciones, el sistema de transporte urbano Ulúa acumula cuatro accidentes viales registrados en distintos puntos de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. Los percances ocurrieron los días 7, 8 y 20 de noviembre, este último con dos incidentes separados, sin que hasta ahora las autoridades municipales hayan emitido un reporte consolidado.
Ulúa comenzó a circular el 31 de octubre como parte del programa de modernización del transporte público. Durante sus primeras semanas, el sistema ha operado en una etapa de ajustes, convivencia con rutas tradicionales y adecuación de cruces viales, factores que han generado una dinámica de riesgo en avenidas de alta carga vehicular.
Primer accidente: 7 de noviembre
El primer incidente se registró en la calzada Ejército Mexicano, en Boca del Río, donde una unidad Ulúa impactó a una motocicleta. La colisión dejó una pasajera lesionada, mientras que los tripulantes de la motocicleta se retiraron del lugar.
Segundo accidente: 8 de noviembre
Un día después, en la esquina de Garzón Cossa y Colón, una camioneta particular se atravesó frente a una unidad Ulúa, provocando que el chofer frenara de manera brusca. La maniobra causó la caída de un turista que resultó lesionado, aunque no hubo choque directo entre vehículos.
Tercer accidente: 20 de noviembre (mañana)
La mañana del 20 de noviembre, una camioneta tipo estaquita chocó contra la unidad Ulúa U067 en la carretera Boca del Río-Playa de Vacas. El percance dejó únicamente daños materiales y un cierre parcial de vialidad.
Cuarto accidente: 20 de noviembre (tarde)
Horas más tarde, un camión urbano de la ruta Antón Lizardo se incorporó de manera indebida en la esquina de Rayón y Zaragoza, en el centro de Veracruz, y colisionó contra un autobús Ulúa. El impacto rompió cristales laterales de la unidad y generó afectación vial, sin lesionados.
La ciudad enfrenta un reto estructural: integrar un transporte moderno en un entramado vial donde conviven rutas tradicionales, motocicletas, taxis, autos particulares, vehículos pesados y peatones. La infraestructura actual no siempre está preparada para corredores amplios o maniobras seguras, y la falta de cultura vial incrementa los riesgos.