EE.UU. reconoce: México es su mayor aliado en seguridad

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, destacó este miércoles la estrecha colaboración en materia de seguridad que mantiene su país con México, señalando que ningún otro Gobierno coopera tanto con Washington en la lucha contra la delincuencia organizada como el actual Gobierno mexicano encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum

Durante una conferencia de prensa en la Cancillería mexicana, Rubio expresó su agradecimiento por el esfuerzo conjunto y señaló que aún hay mucho por avanzar en esta alianza.

Rubio adelantó su visita oficial a México y sostuvo una reunión con la presidenta Sheinbaum y el canciller Juan Ramón de la Fuente, en la que abordaron diversos temas relacionados con la cooperación bilateral, con un enfoque especial en combatir el crimen organizado.

Este intercambio ocurre en un momento en que Estados Unidos ha intensificado sus acciones contra los cárteles de la droga, prioridad impulsada por el Gobierno de Donald Trump.

El secretario de Estado destacó el trabajo del Gobierno mexicano al atender asuntos pendientes desde hace tiempo, como la cooperación para la captura y extradición de 59 delincuentes de alto perfil buscados por Washington por cargos relacionados con el narcotráfico

Rubio subrayó que la presidenta Sheinbaum ha dialogado sobre estos temas directamente con Trump, lo cual ha permitido avances importantes, aunque reconoció que la colaboración continuará y seguirá fortaleciéndose.

Enfatizó que la amenaza que representan estos grupos criminales va más allá de las fronteras de México y Estados Unidos, afectando la estabilidad y la paz global. Rubio manifestó respeto y admiración por los esfuerzos mexicanos realizados para enfrentar a estas organizaciones, y a la vez admitió que Estados Unidos también debe hacer más, especialmente en su territorio, donde la administración Trump ha desplegado fuerzas federales y la Guardia Nacional para reducir la delincuencia, por ejemplo, en la capital del país.

Finalmente, el funcionario estadounidense mencionó que uno de los retos compartidos es el flujo de armas provenientes de Estados Unidos que adquieren los cárteles mexicanos, un problema que ambos países han puesto en el centro de sus discusiones y en el que se busca profundizar la cooperación para frenar este suministro ilegal.