El próximo 1 de junio de 2025, México vivirá un proceso electoral inédito: por primera vez, la ciudadanía elegirá directamente a jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial.
Sin embargo, este ejercicio democrático enfrenta desafíos significativos debido al desconocimiento generalizado y la incertidumbre entre la población
Aunque de acuerdo con encuestas la reforma judicial cuenta con el respaldo de la mayoría de los votantes mexicanos, ese mismo porcentaje admite estar poco o nada enterada sobre las elecciones.
La elección de los jueces y magistrados está respaldada por el 56% de la población
Esta desconexión se refleja en el hecho de que solo el 9 por ciento de los ciudadanos sabe quién es el juez o magistrado de su distrito.
La falta de familiaridad con las funciones y responsabilidades del Poder Judicial contribuye a la apatía y desinterés en el
En el estado de Veracruz, se elegirán:
9 ministros de la SCJN.
5 magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial.
2 magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral.
3 magistrados de la 3ª Sala Regional del Tribunal Electoral.
16 magistrados de circuito.
El diseño del proceso electoral también representa un obstáculo para la participación informada. En algunas regiones, los votantes recibirán hasta 12 boletas diferentes, lo que complica la comprensión y evaluación de los candidatos.
La ausencia de campañas informativas efectivas y la austeridad presupuestaria han limitado la difusión de información sobre los candidatos y el proceso electoral, reforzando a la incertidumbre entre los votantes.
Organismos electorales prevén una baja asistencia en las urnas de entre el 8 por ciento y el 15 por ciento.
La elección judicial de 2025 representa una oportunidad histórica para fortalecer la democracia en México. Sin embargo, para que este proceso cumpla su propósito, es esencial que la ciudadanía esté informada y comprometida, y que las autoridades garanticen la transparencia y equidad del proceso electoral.