El trabajo infantil es una problemática que pese a sus múltiples factores negativos, en México se vuelve una escena diaria.
De acuerdo a datos oficiales, es en las temporada vacacional de verano e invierno donde incrementa este fenómeno, el cual en varias ocasiones los menores desempeñan labores acompañados de sus padres.
Sin embargo, el trabajo realizado por menores de edad también se vuelve un factor de riesgo para su desarrollo físico y psicológico, en ocasiones con consecuencias emocionales negativas que podrían influir para toda su vida.
En México, los estados con mayor índice de pobreza, también son los que presentan, mayor incidencia de trabajo infantil, no obstante en varias zonas del país la situación se agudiza al combinarse con el factor migración.
Y en un contexto en donde la pobreza llega a todos los rincones de la nación, pareciera que lamentablemente no queda de otra para la infancia mexicana, pero imágenes como esta en donde se convierte en explotación infantil, nos pone a pensar que estas prácticas indignantes se deben erradicar a como dé lugar.
México se encuentra entre los primeros lugares en latinoamérica en trabajo y explotación infantil.
Por lo que no hay que romantizar la frase "el trabajo dignifica" al menos a temprana edad, porque en los primeros años de vida, los menores sólo deberían preocuparse, por aprender, jugar y formarse como personas, por lo que este desafío multifactorial todavía es una deuda que le debemos pagar a nuestra infancia mexicana.