A casi un año de la muerte de Abel García Bartolo, su madre, Rosa Isela Bartolo Román, volvió a exigir justicia en medio de un delicado estado de salud, derivado de un cáncer terminal y denunció que el caso permanece sin una resolución judicial firme, pese a tratarse de un homicidio presuntamente cometido por un elemento de la Policía Estatal de Veracruz.
Durante una conferencia de prensa realizada en la ciudad de Coatzacoalcos, Rosa Isela acompañada por su esposo Gabriel García del Valle, expresó que su mayor deseo antes de morir es que el asesinato de su hijo no quede impune.
"No quiero morirme sin que se haga justicia. A mi hijo me lo mataron, no fue un accidente", señaló.
Los hechos ocurrieron el 31 de octubre de 2024, en la calle Robles del fraccionamiento Los Pinos, en el municipio de Las Choapas, luego de una reunión familiar que derivó en una riña entre primos y que motivó la intervención de la Policía Estatal. Abel García Bartolo, de 26 años de edad, perdió la vida durante dicha actuación policial.
De acuerdo con el testimonio de sus padres, el joven fue golpeado por un policía estatal y posteriormente recibió un disparo en el pecho, lo que le causó la muerte. La versión oficial ha sostenido que se trató de un "accidente", sin embargo, la familia rechaza esa explicación y afirma que se trató de un uso excesivo de la fuerza.

A casi un año de los hechos, los familiares denunciaron irregularidades en el proceso legal, entre ellas audiencias suspendidas, inasistencia de autoridades judiciales y presunta falta de diligencia por parte del fiscal de Las Choapas, a quien acusan de no integrar adecuadamente la carpeta de investigación.
El elemento policial señalado, Juan Carlos "N", enfrenta el proceso por homicidio doloso, pero actualmente se encuentra bajo la medida cautelar de arraigo domiciliario, situación que ha generado inconformidad entre los padres de la víctima.
Además del dolor por la pérdida, la familia enfrenta una situación económica crítica, agravada por la condición médica de Rosa Isela, quien también padece epilepsia. De acuerdo con los médicos, su expectativa de vida es de aproximadamente tres meses, sin posibilidad de tratamiento curativo.
Ante este panorama, la familia hizo un llamado urgente a la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, y a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para que intervengan y se garantice que el caso avance conforme a la ley.
"Queremos que nos ayuden de inmediato porque ella nada más tiene tres meses de vida. Lo que ella quiere es que le hagan justicia a su hijo antes de irse. Ya no queremos más vueltas porque nos han engañado mucho", sostuvo don Gabriel.
Los padres de Abel solicitaron sensibilidad, humanidad y justicia, al señalar que no buscan privilegios, sino una resolución judicial que esclarezca los hechos y sancione al responsable.