El Senado de la República y la Cámara de Diputados de México han aprobado la denominada "Ley Silla", una reforma que busca mejorar las condiciones laborales de quienes deben permanecer de pie durante largas jornadas de trabajo. Esta legislación modifica la Ley Federal del Trabajo y establece la obligación para los empleadores de proporcionar sillas o asientos con respaldo a sus colaboradores, tanto durante la ejecución de sus funciones como en los periodos de descanso obligatorios en los reglamentos internos de trabajo.
La nueva ley tiene como finalidad principal reducir los problemas de salud asociados con estar de pie por largos periodos, como trastornos musculoesqueléticos y enfermedades cardiovasculares. Promover un entorno laboral más seguro, eficiente y digno, fomentar la productividad al garantizar condiciones ergonómicas adecuadas para los empleados establecido en el artículo 133 de la Ley Federal del Trabajo.
Esta medida se aplica principalmente a sectores como comercio, servicios y manufactura. Sin embargo, se contempla que en actividades donde sentarse pueda representar un riesgo para la seguridad u operatividad, se definen períodos de descanso obligatorios de hasta 30 minutos.
Esta reforma ha sido bien recibida por diversas organizaciones laborales y sectores políticos, quienes destacan su impacto positivo en la calidad de vida de los trabajadores, especialmente en áreas como la venta al por menor y los servicios de atención al cliente?, pero también empresarios consideran adecuar estas normas a la realidad de los negocios que existen en México.
Cumplir con esta normativa no debe ser visto como una obligación, sino como un compromiso con la construcción de entornos laborales más humanos y equitativos, ya que las empresas que incumplan podrán tener multas que van desde los 25 mil hasta los 250 mil pesos. Pero entonces, ¿existirá un monitoreo constante a las empresas para verificar que se lleva a cabo esta ley?
Existen muchas medidas laborales que que partieron de buenas intenciones pero la explotación y abuso laboral continúa en la actualidad. al respetar esta y otras leyes, empresas y empleadores contribuyen al desarrollo de una sociedad más justa, en la que el trabajo digno sea una realidad para todos.