Como la primera mujer en asumir la gubernatura de Veracruz, Rocío Nahle García enfrentará importantes desafíos en materia de violencia de género, en un contexto en el que la entidad ha destacado por su nulo avance y falta de políticas públicas.
Desde hace años el estado se mantiene en los primeros lugares de feminicidios y desapariciones de mujeres, sin dejar de lado la inseguridad de la que diariamente decenas de ellas son víctimas.
La entidad veracruzana cuenta con dos alertas de género y la solicitud de una tercera, por lo que la demanda de grupos feministas, activistas y mujeres en general es clara, cambios reales.
La presidenta de la Red Nacional de Mujeres Defensoras de la Paridad en Todo, Mónica Mendoza, que Veracruz destaca a nivel nacional por la inseguridad en contra de las mujeres.
"La alarmante cifra de feminicidios que no se ha logrado atender, de igual manera las mujeres desaparecidas, pero no solo eso, también atender la desigualdad, el acceso a la educación, a la salud, que es muy común que las mujeres se encuentren en desventaja"
Durante el sexenio del ahora exgobernador Morenista, Cuitláhuac García Jiménez se registraron 336 feminicidios y la desaparición de más de 3 mil 300 mujeres siendo la administración con más casos, superando incluso el periodo de Miguel Ángel Yunes Linares y Javier Duarte de Ochoa.
Activistas exigen el fortalecimiento de las instituciones de impartición de justicia y de los organismos de protección, como el Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM) que cabe destacar, permaneció sin titular durante todo el sexenio anterior.
La toma de protesta de Rocío Nahle como la primera mujer gobernadora de Veracruz representa un paso importante hacia la paridad de género. Sin embargo, el reto no solo radica en ocupar espacios de poder, sino en traducir esa representación en beneficios tangibles para las mujeres, en un estado azotado por la violencia de género.