La cifra de fallecidos por la explosión de un camión de gas ocurrida el pasado 10 de septiembre en el este de la Ciudad de México ascendió a 32, según datos de la Secretaría de Salud de la capital.
El más reciente deceso corresponde a Tiffany Odette Cano González, una joven de 16 años que estaba internada en el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR).
Con el fallecimiento de Cano González, siete mujeres han perdido la vida en este siniestro, mientras que el resto de las víctimas son hombres. Además, cuatro de las personas que murieron eran menores de 18 años, lo que resalta la tragedia entre la población joven.
Hasta ahora, además de los 32 muertos, se reportan 5 personas hospitalizadas y 47 lesionados que ya han sido dados de alta de distintos centros de salud. Todas estas cifras corresponden al accidente ocurrido en la alcaldía Iztapalapa, uno de los más graves en la historia reciente de la Ciudad de México.
La explosión se produjo cuando un camión cisterna con capacidad de 49 mil 500 litros volcó y explotó en la Calzada Ignacio Zaragoza, a la altura del Puente de la Concordia. La magnitud del siniestro causó pánico entre los habitantes de la zona y generó importantes daños materiales.
Entre los fallecidos se encuentra también el chofer del camión, quien fue señalado por las autoridades de la Ciudad de México como responsable del accidente por conducir a "exceso de velocidad". Sin embargo, en videos de cámaras de vigilancia difundidos en medios locales se observa que el vehículo circulaba a una velocidad moderada antes de la explosión.
Las investigaciones sobre las causas del accidente continúan a cargo de la fiscalía capitalina, que realiza análisis periciales y recaba pruebas para esclarecer cómo ocurrió exactamente el siniestro. Los resultados de estas indagatorias determinarán responsabilidades legales y medidas de prevención futuras.
El accidente ha dejado una huella profunda en Iztapalapa y en la Ciudad de México en general, generando debates sobre la seguridad del transporte de sustancias peligrosas y la necesidad de reforzar protocolos de prevención en rutas urbanas con alto tránsito de camiones cisterna.
Hasta ahora, las autoridades han mantenido comunicación constante con las familias afectadas y han brindado atención médica y apoyo psicológico a los sobrevivientes y heridos, mientras se espera que las investigaciones culminen y se den a conocer los resultados definitivos.