El incendio registrado la mañana de este miércoles en el parque vehicular de Pemex, junto al complejo petroquímico Pajaritos, ha quedado envuelto en dudas y versiones encontradas.
Mientras que el Gobierno del Estado aseguró que el siniestro fue provocado por un cortocircuito en una de las unidades estacionadas, especialistas en seguridad y testigos presenciales sostienen que esa explicación no concuerda con la magnitud de los daños ni con la disposición de los vehículos afectados.
Uno de los tráileres reducidos a chatarra se encontraba a más de 100 metros del punto señalado como origen, lo que, según peritos independientes, hace improbable que un corto pudiera propagarse con tal rapidez a otras unidades. "Lo que vimos no parece un accidente eléctrico, había llamas en puntos distintos", relató un trabajador que prefirió el anonimato.
Incluso se ha planteado la posibilidad de un acto deliberado, vinculado a amenazas de cobro de piso que circulan en el sur de Veracruz, lo que incrementa la desconfianza social hacia la versión oficial.
El incidente ocurrió minutos antes de las siete de la mañana y generó un fuerte estruendo que alarmó a trabajadores y habitantes de zonas aledañas. Una densa columna de humo fue visible en Coatzacoalcos y localidades cercanas como Mundo Nuevo y Nanchital.
Al menos cinco cajas de tráileres vacías fueron consumidas por el fuego, que fue controlado tras la intervención conjunta de Protección Civil estatal y municipal, Seguridad Física de Pemex, la Sedena, la Marina, la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Pública, además de equipos del CLAM y la empresa Braskem Idesa.
De acuerdo con la versión oficial, no hubo personas lesionadas ni necesidad de evacuaciones preventivas. Sin embargo, la presión social y mediática aumenta para que los peritajes y las grabaciones de seguridad aclaren con transparencia las verdaderas causas.
Por ahora, la explicación del Gobierno y las dudas de especialistas mantienen abierto el debate sobre lo que realmente ocurrió en Pajaritos.