Alimentación pasó a segundo plano en pandemia, etiquetado fallido

México se encuentra entre los países de América Latina con mayor índice de obesidad entre su población, situación que representa un problema de salud pública a nivel nacional y mundial ya que se estima que para 2030, en todo el planeta más de mil millones de personas vivan con esta enfermedad.

Estimación para 2030

Niñas y niños con obesidad

2,500,411 (Entre 5 y 9 años)

4,244,504 (Entre 10 y 19 años)

36.8% población adulta con obesidad

Fuente: Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF)

Por tal motivo las autoridades mexicanas han buscado implementar diferentes estrategias para hacer frente a esta problemática, siendo la principal, el aumento a los impuestos que se pagan por alimentos no básicos y con alta densidad calórica, con el fin de reducir su consumo.

• Botanas
• Confitería
• Cereales
• Bebida azucaradas

A pesar de ello un importante número de personas ha preferido pagar más en lugar dejar de consumir estos productos; lo que generó que desde hace dos años se implementara una nueva estrategia, la cual consistió en la colocación de sellos a los empaques de dichos alimentos.

Pero, ¿cómo se leen estos sellos?. Existen 5 tipos que indican:

• Exceso de calorías
• Exceso de sodio
• Exceso de grasas trans
• Exceso de azúcares
• Exceso de grasas saturadas

De igual forma están aquellos en donde únicamente aparece un número, lo que significa que existe exceso de algún nutriente en esa cantidad de sellos.

Aunque esta estrategia se implementó principalmente para productos dirigidos a niñas, niños y adolescentes, el resto de la población mostró interés en cuidar lo que consumía, situación que se vino abajo con la llegada de la pandemia la preocupación de la población se volcó hacia la estabilidad laboral, la higiene y los cuidados contra el COVID-19, dejando de nueva cuenta de lado, el problema de la obesidad.