Amparos exhiben debacle en salud

Antes de consultar a su médico, consulte a un abogado. Y no es broma. Debido a la saturación del sistema de salud, pacientes recurren a un juez como garantía para obtener atención en clínicas y hospitales públicos.

De acuerdo con la abogada penalista Perla del Carmen Morales, para que una persona pueda recibir atención médica en instituciones públicas, en muchos casos debe recurrir al juicio de amparo. Señaló que "para que te den una consulta hay que recurrir al juicio de amparo para que sea un juez federal quien, a través de una suspensión, ya sea provisional o definitiva, ordene a las autoridades, en este caso del ISSSTE, dar esa atención médica".

Si bien el derecho a la salud en México es constitucional, en la práctica para la mayoría de las y los mexicanos el acceso a los servicios está vinculado con su condición laboral. Así, la población se divide entre quienes tienen seguridad social y quienes dependen del IMSS Bienestar.

Sin embargo, ante la acumulación de pacientes, los recortes presupuestales y el desabasto, cada vez más personas acuden a un juzgado federal para garantizar el acceso a la salud. Según el abogado penalista Roberto Pablo Mercado, la falta de recursos en el sector público ha derivado en que "no haya citas, no haya medicamentos".

La propia autoridad reconoce la existencia de juicios de amparo promovidos para acceder a una consulta o recibir medicinas. No obstante, sostiene que su sistema interno de abasto es suficiente. La titular del OAD-IMSS Veracruz Norte, Edith Jiménez Martínez, aseguró que cuentan con estrategias de cobertura y que "ya es una práctica de algunos derechohabientes irse directo al amparo, pero nosotros tenemos un esquema de surtimiento de medicamentos. Tenemos un surtimiento de 97.8 por ciento".

Muchos de estos recursos se deben a la escasez de terapias especializadas, entre ellas los tratamientos oncológicos. El secretario de Salud, Valentín Herrera Alarcón, reconoció que en el caso de niñas y niños con cáncer "hay mucha carencia de fármacos y no es porque no se compre, sino porque no existen, no se fabrican y a veces hasta en otros países hay carencias".

El problema se agrava cuando afecta a población vulnerable, como personas con enfermedades crónicas o privadas de la libertad. Es el caso de dos personas internas en el reclusorio de Poza Rica, ambos pacientes con diabetes mellitus e hipertensión, a quienes las autoridades penitenciarias les negaron atención especializada y estudios de laboratorio.

La abogada penalista Perla del Carmen Morales explicó que acceder a un servicio de salud digno es cada vez más complicado y que ya no se habla de estándares internacionales, sino de lo básico: "es un tema bastante complejo poder acceder a un servicio de salud digno y ya no estamos hablando, como lo han dicho muchas veces las autoridades, de Dinamarca, sino digno en donde el paciente sea tratado por un médico especialista".