El motor económico de América Latina y el Caribe (ALC) empezó a perder velocidad en 2024, y todo indica que en 2025 la región seguirá en modo de ahorro de energía
Así lo señala el más reciente informe Perspectivas económicas mundiales, publicado por el Banco Mundial, donde se prevé que el crecimiento regional se mantendrá apenas en 2.3 % durante este año y repunte ligeramente a 2.4 % en 2026.
Aunque algunos países han mostrado señales de recuperación ?como Argentina, que empieza a salir del túnel tras dos años de recesión?, el panorama general es más bien tibio: la actividad industrial se está desacelerando, el sector servicios casi no crece y la incertidumbre comercial pesa más que nunca.
Lo que mueve (y lo que frena) a la región
Durante el primer trimestre de 2025, la agricultura en México y Brasil fue uno de los pocos sectores con buenos números. Sin embargo, fuera del campo, el informe señala un debilitamiento económico generalizado.
La inflación se ha mantenido relativamente estable, aunque todavía por encima de las metas de los bancos centrales.
Un factor clave que afecta a la región es el aumento de barreras comerciales, especialmente desde Estados Unidos.
México ha sido el más golpeado por estas medidas: enfrenta un arancel del 25 % en exportaciones que no cumplen con el acuerdo T-MEC
Para el resto de la región, las exportaciones (excepto energéticos) tienen un nuevo arancel del 10 % al ingresar al mercado estadounidense.
¿Y qué se espera para los próximos años?
De acuerdo con el mismo informe del Banco Mundial, el crecimiento económico seguirá moderado.
La mayoría de los países de ALC han visto una revisión a la baja en sus proyecciones, debido a la menor demanda externa y a los precios más bajos de productos básicos. Estos son algunos de los pronósticos más destacados:
¿Qué podría salir mal?
El informe del Banco Mundial advierte varios riesgos: nuevas tensiones comerciales (especialmente en la revisión del T-MEC), una desaceleración mayor en EE.UU. o en China (lo que afectaría la demanda de materias primas como el cobre), y condiciones financieras internacionales más estrictas que podrían frenar el gasto público.
El dato final
Aunque 2025 será un año difícil para América Latina y el Caribe, el reporte mantiene una perspectiva optimista para 2026 y 2027.
Se espera que la inflación siga bajando y que los países logren avanzar en la consolidación fiscal, pero ?como en toda la historia económica de la región? el entorno global jugará un papel determinante.