La crisis migratoria en México se ha agudizado con un alarmante reclutamiento forzado y secuestro de migrantes por parte de organizaciones criminales. Esta práctica no solo busca extorsionar a las víctimas y sus familias, sino también sumar a las filas de los cárteles más integrantes en contra de su voluntad.
Testimonio de una víctima de nacionalidad hondureña, narra, "Aquí en Orizaba nos salieron los zetas con unas pistolas para hacer un trabajo, ellos querían que nosotros trabajamos con ellos, me entiendes, yo le dije que no, pero con mi maleta en el pecho le dije que no y otros si se fueron".
Especialistas señalan que las cifras exactas son difíciles de verificar debido a la naturaleza clandestina de estos crímenes, diversas organizaciones de derechos humanos estiman un aumento importante en el número de migrantes secuestrados y desaparecidos.
"A falta de un recurso ya con el que puedas dar el pago del cruce, el reclutamiento se está volviendo, digamos otra forma de pago para estos grupos, en la cual, o te reclutas con el grupo o te asesinan a ti o algún miembro de tu familia", menciona la activista Nancy Torres.
Datos de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) y colectivos de búsqueda de personas, se estima que las denuncias de secuestro de migrantes se han incrementado en al menos un 30% en comparación al año pasado.
De acuerdo al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas (RNPDNO), para abril de 2025 se reportaron 395 extranjeros desaparecidos, de los cuales 131 habían sido encontrados (89.31% con vida), y 264 seguían sin conocerse su paradero.
Extranjeros reportados como desaparecidos en abril de 2025
Este delito va desde el secuestro masivo de autobuses de transporte con migrantes a bordo, hasta la interceptación de grupos que viajan a pie o en tren. Una vez en manos de los criminales, los migrantes son sometidos a extorsiones, torturas y en muchos casos obligados a trabajar para las estructuras criminales.
La FGR señala las principales organizaciones criminales reclutadoras de migrantes
"Hay gente que llega pues trabajando, directamente o desertando de las fuerzas armadas de la policía, sabiendo perfectamente a lo que vienen o llegan con el desconocimiento total de lo que van a hacer", destaca Alberto Guerrero, experto en seguridad.
No obstante, las acciones del Gobierno parecen ser insuficientes ante la magnitud del problema, pues también se ha denunciado la presunta coalición de las fuerzas armadas con los grupos delincuenciales.
Estados de paso obligado y de alto riesgo para migrantes:
Activistas y defensores de los derechos humanos señalan la falta de una estrategia integral, en donde la impunidad sigue siendo un factor principal, con un bajo porcentaje de casos que derivan en sentencias contra los responsables.
"Se han dado a la tarea del sicariato de ir a contratar gente o secuestrar gente, la gente que va de migrante, pero no solo de Venezuela, también de Nicaragu, de Guatemala, de Honduras del Salvador", menciona el sacerdote y activista Gregorio López.