Cuitláhuac García Jiménez concluyó su mandato como uno de los diez gobernadores mejor evaluados de México.
O al menos así lo ubica el último ranking de aprobación ciudadana publicado por Mitofsky, con 51.7 por ciento de aprobación.
Aunque no todas las calificaciones son positivas para el primer gobernador morenista en la historia de Veracruz, pues encuestadoras como Demoscopia Digital lo hunden en el penúltimo lugar de aprobación, con un 22.7 por ciento.
En la entidad, este tipo de calificaciones han estado acompañadas de las críticas por el mal desempeño de García Jiménez y varios miembros de su gabinete.
Escándalos administrativos, sus roces con la prensa, su falta de sensibilidad hacia desgracias y crímenes atribuidos a grupos delincuenciales.
Así como su notable gusto por el baile en los momentos menos oportunos y los actos de represión que incluso derivaron en asesinatos nulificaron progresivamente las expectativas de su mandato.
Falta de seguridad, mayor inversión en salud, violaciones a diversos Derechos Humanos, impunidad e ingobernabilidad también destacaron entre los rubros que convirtieron a Cuitláhuac García en un gobernador "para el olvido".