Con el cierre del año, los nuevos resultados preliminares de las Cuentas por Sectores Institucionales (CSI) 2024, publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ofrecen una fotografía clara de cómo se movió la economía mexicana.
Estas cifras ayudan a entender quién produce, quién invierte, quién ahorra y cómo se distribuye el dinero dentro del país.
Uno de los datos más importantes es cómo se repartió el Producto Interno Bruto (PIB) durante 2024. Según el INEGI, las sociedades no financieras, es decir, las empresas que producen bienes y servicios fueron las que más empujaron la economía al aportar 44.1% del PIB.
Muy cerca estuvieron los hogares, que generaron 35.3%, una cifra que incluye desde pequeños negocios familiares hasta el trabajo cotidiano de millones de personas. En contraste, el Gobierno general participó con 8.2%, mientras que el resto provino de instituciones financieras, organizaciones sin fines de lucro y los impuestos a los productos.

En materia de inversión, las empresas también llevaron la delantera. De toda la inversión bruta fija del país (que incluye cosas como maquinaria, equipo y construcción) las sociedades no financieras aportaron 63.9%. Para ponerlo en perspectiva: si imaginamos que la inversión del país es una construcción de 100 ladrillos, 64 de esos ladrillos los puso el sector empresarial. Los hogares contribuyeron con 27.2% y el Gobierno general con 7.8%.
Otro aspecto fundamental es el ahorro. Entre 2021 y 2024, los hogares fueron claves como prestamistas netos, es decir, aportaron más recursos de los que recibieron, con una participación promedio de 10.2% del PIB. No obstante, el ahorro de los hogares mostró una ligera caída de 1.4 puntos porcentuales durante ese periodo. En términos simples, significa que las familias mexicanas tuvieron un margen menor para guardar dinero, ya sea por mayores gastos o ingresos que no crecieron al mismo ritmo.
El ingreso disponible (lo que realmente pueden gastar o ahorrar las personas) también pone en evidencia la importancia de los hogares. En promedio, concentraron 76.3% del ingreso disponible bruto, y para 2024 esta cifra subió a 76.9%. Esto implica que, por cada 10 pesos que se podían usar libremente en la economía, casi 8 estaban en manos de las familias. Además, las transferencias provenientes del exterior, como las remesas, hicieron que el ingreso nacional disponible bruto superara al PIB, alcanzando el 100.7%.
Finalmente, el INEGI reportó que los activos totales de la economía (todo lo que tiene valor, como propiedades, maquinaria o infraestructura) cerraron 2024 con un monto de 244.8 billones de pesos, un crecimiento de 5.1% respecto al inicio del año. Este aumento refleja que, pese a los desafíos económicos, el patrimonio del país sigue ampliándose.