Abandonar el tabaco, incluso después de los 40 o 50 años, reduce el deterioro cognitivo y el riesgo de demencia, según un estudio publicado en The Lancet Healthy Longevity que analizó datos de casi 9,500 personas de 12 países, entre ellos España
Los investigadores del University College de Londres (UCL) descubrieron que quienes dejaron de fumar mostraron una pérdida de memoria más lenta y mejor fluidez verbal que quienes continuaron fumando.
El estudio encontró que las personas que abandonaron el tabaco después de los 40 años tuvieron una tasa de deterioro cognitivo mucho menor durante los seis años siguientes.
En promedio, su fluidez verbal se redujo 50 % más lentamente y su memoria 20 % menos que en los fumadores activos.
En términos más simples: dejar el cigarro puede equivaler a ganar hasta medio año de lucidez mental por cada año de envejecimiento, en comparación con quienes no lo dejan.
Los investigadores explican que fumar daña al cerebro porque afecta los vasos sanguíneos que lo oxigenan y provoca inflamación crónica, lo que acelera la destrucción de neuronas. "El tabaco no solo afecta los pulmones o el corazón; también roba claridad mental", resumió la investigadora Mikaela Bloomberg, del Instituto de Epidemiología y Atención Sanitaria del UCL
Nunca es demasiado tarde para dejarlo
Aunque los beneficios de dejar de fumar son más conocidos en términos físicos -mejor función pulmonar, menor riesgo cardiovascular-, este estudio demuestra que también protege las funciones mentales a largo plazo, incluso si se deja en edades avanzadas.
Los autores observaron que personas mayores de 65 años que dejaron de fumar en la mediana edad tenían capacidades cognitivas similares a quienes nunca habían fumado.
El epidemiólogo Andrew Steptoe, también del UCL, subrayó que "un deterioro cognitivo más lento implica un menor riesgo de desarrollar demencia", una enfermedad que afecta a millones de personas mayores en todo el mundo
Una nueva motivación para dejar el tabaco
Los investigadores esperan que estos resultados sirvan para motivar a quienes creen que "ya es tarde" para dejar de fumar.
De hecho, el estudio detectó que las personas a partir de la mediana edad son las menos propensas a intentar dejar el cigarro, justo cuando el daño acumulado es mayor.
"Estos hallazgos ofrecen una razón más para intentarlo y una base sólida para que los gobiernos refuercen las políticas de control del tabaco", concluyen los autores